LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
El Congreso del 2020
Oportunidad para recuperar el camino republicano
Es evidente que el artículo de Mary Anastasia O'Grady en el Wall Street Journal ha clavado una estaca en la consolidación de la administración de facto de Martín Vizcarra en el mundo de los negocios. No solo es una manera de confirmar que hubo un quiebre institucional, sino que desalentará las inversiones, el crecimiento y el proceso de reducción de pobreza. Golpeará, pues, a la inversión extranjera
Semejante situación podría jugar en contra del modelo económico consagrado en la Constitución, como también abonar a favor de la recuperación de las instituciones republicanas. ¿Por qué? El deterioro económico internacional podría ser el argumento perfecto para el discurso comunista, colectivista, que tenderá a señalar que la falta de inversiones es el resultado del agotamiento del modelo primario exportador. Se agitará a los cuatro vientos que es hora del regreso del estado empresario y de la redistribución de los miles de millones de dólares acumulados en el Banco Central de Reserva. Y la gente, en medio del deterioro económico y social, podría escuchar el mensaje. ¿O no?
Sin embargo el deterioro de la economía, la falta de inversiones, también podría vincularse con la ruptura institucional y la instalación de una administración de facto, tal como lo reseña el Wall Street Journal. En otras palabras, podría ser el mejor argumento de que algo grave sucedió luego de la disolución del Congreso.
Es evidente que existen esas dos posibilidades vinculadas al inexorable deterioro económico que parece avecinarse. Sin embargo, todo dependerá de la voluntad política de los actores para construir los sentidos comunes alrededor de esa crisis. Y en el escenario en que se disputará la batalla son las elecciones al Congreso en el 2020.
Desde un punto de vista principista podemos estar en absoluto desacuerdo con esta elección bajo el argumento de que se legitima un gobierno de facto. Es absolutamente entendible. Pero la política se hizo para combinar una dialéctica de hechos y principios. Y los hechos nos señalan que las elecciones se producirán al margen de las oposiciones (hoy en minoría) y que los sectores comunistas y colectivistas buscan a cualquier costo convertir el próximo Legislativo en una asamblea constituyente que derogue la economía de mercado y resucite el estado empresario y la economía controlada, que destruyeron al Perú con el velascato y hoy explican la tragedia venezolana.
Por todas estas consideraciones, no es exagerado sostener que del Congreso del 2020 depende el futuro del Perú en las próximas décadas y la posibilidad de recuperar el camino republicano iniciado 20 años atrás, hoy interrumpido por una administración de facto. De allí que los mejores cuadros de los movimientos republicanos, conservadores y liberales deberían ser candidatos para el próximo Legislativo.
En realidad, no hay mucho tiempo que perder. El cronograma electoral no es de tiempos normales, corresponde al calendario de un gobierno de facto. Esta semana, pues, los defensores de la República y de la economía de mercado deberían tener todo preparado.
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