Raúl Mendoza Cánepa

PPK y el llamado a la unión

PPK y el llamado a la unión
Raúl Mendoza Cánepa
01 de agosto del 2016

Está en juego el modelo económico vigente desde los noventa  

Las posibilidades del fujimorismo al 2021 dependen de sus decisiones. Si apela a un protagonismo cooperativo, en sintonía con el llamado de PPK a la unión, Keiko Fujimori podría convertirse en una opción de gobierno en el Bicentenario. Si además persiste en sus recorridos regionales y conquista el sur esquivo, mantendría su núcleo duro, con el plus que le proporcione la memoria de su gestión parlamentaria.

Mientras que Peruanos por el Kambio es un prepartido, Julio Guzmán tiene visibilidad; pero cinco años diluyen la materia helada, y podría ser que en el 2021 se encuentren frente a frente dos alternativas ideológicamente antagónicas: una de derecha y una de izquierda, robustecida por su gestión opositora.

¿Qué fortalecería a Verónika Mendoza en la perspectiva del 2021? Un gobierno que no cumpla sus promesas y una mayoría parlamentaria obstructora, desgastada por su propio protagonismo. Puede ocurrir simplemente que la ventaja de ser oposición simplifique el esquema rojo y que la batalla sea finalmente entre dos modelos: uno que (hipotéticamente) no logró sus objetivos y que agruparía a toda la derecha en el poder desde el 1990; y uno por explorar, cuyo discurso se alimenta del descontento social. Quizás para entonces la bipolaridad ya no sea entre el fujimorismo y los “No a Keiko”, sino entre quienes proponen la continuación del modelo y quienes reclaman una vía radical.

Un fracaso (no deseado) de PPK podría ser un autogol de toda la derecha (ideológica y tecnocrática) y le daría el punche necesario a Verónika Mendoza en el 2021. Es mucho más fácil construir una imagen desde la quejumbre enérgica de una oposición minoritaria que desde la representación mayoritaria o el gobierno. Estos últimos tienden al desgaste, mientras que la oposición se ensancha en la crítica, pues tiene la mesa amplia, el francotirador de líbero y la oportunidad de gestar sintonía con la impaciencia, siempre poco razonable, de la gente, de esa gente que asume que una “revolución social” (como la que anuncia PPK) tiene un tiempo de preclusión. Los ciudadanos no comprenden que las políticas públicas no son obra de magia, sino procesos que se dan en tramos sucesivos.

Así que mal haríamos en aguardar los beneficios del mercado y de la formalización, que solo proveen en el mediano y largo plazo, si descuidamos lo urgente (con énfasis en las regiones críticas), como la provisión de servicios y obras: agua, desagüe, electricidad, vivienda, promoción agraria, programas temporales de empleo, etc. Mientras las privaciones no aguardan sentadas, los beneficios del mercado tardan en llegar. Si tardan hasta el Bicentenario, el rojo de nuestra bandera sería aún más intenso y llamativo que el sosegado blanco que la adorna. Por eso PPK habla de Estado más que de mercado.

Al fujimorismo, como en los juegos de negociación, le conviene cooperar desde el perfil bajo y la sutil racionalidad crítica. Debe gestar el marco legal que le facilite a PPK el cumplimiento de sus promesas sociales más inmediatas. No es solo el futuro de Peruanos por el Kambio lo que está en juego, sino la representación mental de un modelo. Por tanto, si la administración de PPK no logra grandes indicadores sociales, no fracasaría su partido (aún germinal) sino todo el modelo; un modelo que fue creado en los noventa y que compromete a todos los partidos, con exclusión de los empecinados y poco reflexivos hijos de Marx. Un fracaso por entrampamiento parlamentario podría arrastrar todo a su paso, incluyendo al propio fujimorismo. Los naranjas han sido hasta ahora la barrera que ha impedido posicionarse territorialmente a la izquierda dura.

Si el fujimorismo parlamentario no colabora a hacer realidad las promesas de un gobierno que no le representa una amenaza electoral en el futuro, el Perú podría caer extemporáneamente en la órbita del socialismo chavista. Un modelo con el cual ninguno de los líderes ni adláteres de la izquierda ha deslindado hasta hoy. Estamos avisados.

 

Raúl Mendoza Cánepa

 
Raúl Mendoza Cánepa
01 de agosto del 2016

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