La otra moradita: descontinuar a un candidato

Encrucijadas electorales de Julio Guzmán

Julio Guzmán, el candidato de la “ola morada” (¿roja?) se enfrenta a una decisión adversa del Jurado Electoral Especial de Lima con poco tino, revelando, al parecer, una combinación de inexperiencia con desesperación. Desde anunciar que existe un “fraude anticipado” hasta convocar a un mitin y tener que cancelar su presencia por falta de asistentes, estamos frente a declaraciones y acciones que revelan las limitaciones de quien pretende gobernar el Perú por cinco años.

Resulta complicado especular sobre quién o quiénes serán los favorecidos con una eventual salida de Guzmán de la contienda electoral. El sentido común debería apuntar a que el principal beneficiado sea PPK, pero el sentido común poco tiene que ver con estas cosas en nuestro país, considerando que los votos son más afectivos que razonados. No existe una convicción ideológica o programática que sustente los votos del electorado peruano. Lo que suele existir es simpatía que gatilla un voto. Es lo que podría ocurrir con Barnechea, por ejemplo. Un grupo de votantes de Guzmán podría votar por Barnechea aunque éste representa una línea programática más cercana a la izquierda de Verónika Mendoza que al centro de Guzmán.

Dudo que la eventual desaparición de la “ola morada” beneficie a García. Probablemente, se produzca una distribución de votos entre PPK y Barnechea con algún reducido caudal de votos para Mendoza. Si los votantes de PPK quieren que su voto haga sentido, deberían elegir al candidato que tiene más chances de disputar una segunda vuelta y ese sería PPK. Con esto no estoy dando por perdido a Barnechea, pero creo que la posibilidad de que ingrese a la segunda vuelta es mucho más complicada y me parece que al menos un porcentaje de la población pensante advertirá que las propuestas de Barnechea son peligrosas para el futuro del país en términos económicos.

No nos olvidemos que con Barnechea van personajes como Lescano que, bajo la bandera de la defensa del consumidor, plantea propuestas interventoras que lejos de ayudar a los consumidores los dañan. Barnechea insiste con renegociar los contratos del gas aunque no explica cómo podría hacerlo de manera unilateral. Su modelo de “Estado de Bienestar” no encuentra soporte empírico alguno que calce con las condiciones o particularidades del Perú. Posiblemente, a muchos el discurso de Barnechea les guste –lo cual no sorprende porque la gente escucha lo que quiere escuchar- pero un análisis técnico de sus propuestas revela los peligros para el futuro económico de los peruanos.

La “ola morada” que parece extinguirse podría generar un reacomodo de posiciones y preferencias pero no veo la posibilidad de una sorpresa fuera de lo normal –por ejemplo, una subida de Antero o Toledo-. Guzmán no ha podido explicar sus idas y venidas. Si acaso algo quedó claro en la campaña de Guzmán, es que el candidato pretendió armar su planteamiento sobre la marcha. Sin ideas claras, sin convicciones, sin propuestas concretas. Si la decisión del JEE no se mantiene y las imprecisiones de Guzmán continúan, Guzmán habría llegado a un techo desde donde comenzará su irremediable descenso hasta producir el fin de “la otra moradita”.

Por Gustavo Rodríguez