Luis Cáceres Álvarez

El ojo del fotógrafo

El ojo del fotógrafo
Luis Cáceres Álvarez
23 de septiembre del 2016

A medio siglo de la publicación del libro de John Szarkowski

Uno de los libros clásicos sobre fotografía está cumpliendo 50 años de su publicación: El ojo del fotógrafo (1966) de John Szarkowski (1925-2007), crítico y curador de fotografía del Museum of Modern Art de Nueva York entre 1962-1991. Este libro es un referente para cualquier estudio sobre el tema porque refuerza los cimientos para establecer y analizar la dinámica del "pensamiento visual". Además, aborda las funciones sociales de la fotografía, como las de ser testigo y memoria, de ser una “ventana” y un “espejo”. Es decir, observar de manera directa y variada, y también ser un reflejo de quien mira la imagen. De todo ello se desprende una atractiva teoría, para colocar en agenda, sobre cómo algunos fotógrafos trabajan en la actualidad.

Pero, expliquemos lo que representa el acto de fotografiar. En primer lugar, es un medio de conocimiento pues permite llegar a infinidad de lugares desconocidos. No obstante, la fotografía libra también una batalla entre las percepciones y las experiencias. Suelen existir convergencias y divergencias acerca de lo que simplemente se presentó en el encuadre. Debe hacerse un balance entre lo fortuito y lo inesperado, entre el determinismo y el azar del paseante solitario; ese que “explora, acecha y cruza el infierno urbano (…) Adepto a los regocijos de la observación, catador de la empatía (…)”, como diría Susan Sontag en su libro Sobre la fotografía (1975).

Por el lado peruano, en la historia de la fotografía se tiende a lanzar nombres, pero no hay identificación de los procesos. Y ese es un gran problema, según el crítico y curador de arte Jorge Villacorta. “La fotografía peruana histórica me es necesaria porque me interesa conocer el espacio en el que vivo y es solamente conociendo esas imágenes que puedo asentar la noción de un rumbo, que es un rumbo cultural, histórico de un territorio al que nosotros denominamos Perú y que tiene fronteras políticamente definidas”.

Si los fotógrafos logran captar y comprender la esencia de un evento, sus imágenes llegarán a ser no solo documentales, sino también representativas. Esto ocurrirá siempre que un adecuado contexto sea mostrado. Así se contribuye a la comprensión global y a una menor parcialización de la realidad. Sontag, en su ensayo Ante el dolor de los demás (2003), sobre la fotografía de guerra, sostiene que este arte “ofrece un modo expedito de comprender algo y un medio compacto de memorizarlo. La fotografía es como una cita, una máxima o un proverbio”.

Por último, la fotografía no solo es cuestión de interpretar símbolos, sino también de conocer las historias detrás de las imágenes. Abrir los ojos para captar y poseer mayor información, para comunicar y generar emociones. Recordar que la frivolidad no puede serlo todo. Fotógrafos, ¡a leer la realidad!

 

Por: Luis Cáceres Álvarez

Fotografía: El Criollismo tiene quien le cante - Luis Cáceres Álvarez

Luis Cáceres Álvarez
23 de septiembre del 2016

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