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Inversión privada que contribuye a la conservación del medioambiente
Pocas son las veces en las que una empresa privada ha apostado plenamente por conservar la Amazonía peruana. Y uno de los requerimientos vitales para que Pluspetrol pueda explotar el gas de Camisea debía ser el cuidado, preservación y sostenibilidad de la gran biodiversidad en el área de influencia del proyecto energético. De allí que la empresa creara en el 2002, en la zona del bajo Urubamba, área de influencia del proyecto, el Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB) atendiendo las consultas de la sociedad civil peruana, las ONG, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
Cuidar la Amazonia no es poca cosa. La deforestación, la tala ilegal y la minería informal amenazan la supervivencia de las especies de la flora y fauna, y también de las comunidades nativas. De allí que para ejecutar el Proyecto Gas de Camisea se necesitaba un programa de evaluación constante de la diversidad biológica y del cuidado de las comunidades. El lugar donde se explota el gas de Camisea se encuentra en la cuenca del bajo Urubamba (lotes 56 y 88), cuya extensión es 270,000 ha. No obstante, si se suma el trayecto del transporte del gas, la extensión del PMB alcanza las 500,000 ha.
Con una proyección para cuarenta años, el PMB es financiado por Pluspetrol (12 millones) e involucra a más de 190 profesionales de diferentes universidades (Universidad Agraria La Molina, San Marcos, PUCP) e investigadores extranjeros (España y Argentina), siete comunidades nativas y 17 familias matsiguengas, empoderados y fortalecidos por la empresa como coinvestigadores y c.autores de todas las publicaciones y reportes.
Los resultados simplemente han sido sorprendentes. En los doce años que lleva el PMB se han descubierto siete nuevas especies de flora y 57 nuevas especies están en proceso de validación. Además se ha identificado 400 especies de interés y se han documentados más de 22 especies terrestres y acuáticas. También las comunidades nativas se han beneficiado con capacitaciones y puestos de trabajo. La participación de estas comunidades permite recoger información de sus conocimientos ancestrales sobre el uso de la flora y la fauna.
Sin embargo, uno de los mayores logros del PMB es que la superficie deforestada por el Proyecto Gas de Camisea ha sido 0,2%. Es decir, que sí se puede operar una zona tan sensible como esta y conservar la biodiversidad. En el marco del PMB también se ha logrado editar varios libros en lengua matsiguengas, los que se han repartido a más de mil niños. El Ministerio del Ambiente (MINAM) y el Gobierno Regional del Cusco también son dos instituciones beneficiadas con este programa, ya que les brinda aporte científicos y datos para las investigaciones de flora y fauna.
Estamos frente a un programa pionero en el Perú, cuya inversión ha venido desde el sector privado, en coordinación con instituciones públicas. Este es un ejemplo de que la inversión privada también contribuye a la sostenibilidad de la enorme biodiversidad que tiene el Perú. Esperemos que las iniciativas de este tipo se repliquen en toda la Amazonia.
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