A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
Sobre el asesinato del opositor venezolano Luis Manuel Díaz
El asesinato del secretario regional del estado de Guárico del partido Acción Democrática (AD), Luis Manuel Díaz, empaña aún más las ya polarizadas elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, en Venezuela. El crimen ha sido condenado duramente por la comunidad internacional y los líderes del movimiento opositor Mesa de la Unidad Democrática (MUD) lo han denunciado como una “cobardía del régimen”. Nicolás Maduro se queda cada vez más solo.
En el momento de su muerte, Díaz participaba en un acto político en favor de la candidata del MUD Rumi Olivo. Dos disparos hechos desde un vehículo terminaron con su vida. Muy cerca al dirigente fallecido estaba Lilian Tintori, esposa del líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, quien cumple una condena de 13 años de prisión. Tintori no ha dudado en denunciar que el régimen también quiere asesinarla. Este ha sido el séptimo ataque que sufren los opositores del régimen venezolano en la campaña.
El asesinato motivó la enérgica reacción de la comunidad internacional. Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), le envió una dura nota de protesta al gobierno venezolano. El “asesinato del opositor es una herida de muerte a la democracia”, señaló el ex Canciller uruguayo. Nicolás Maduro le respondió con agravios y lo tildó de “basura” tras acusarlo de declarar contra “Venezuela, el pueblo y la revolución”. Almagro le replicó de inmediato: “ser basura sería que no dolieran los muertos en Venezuela”.
Otros líderes de la región y del resto del mundo han expresado su preocupación. El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, adelantó que pedirá en la próxima reunión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que se aplique la carta democrática contra Venezuela por “perseguir” a los opositores y atentar “contra la libertad de expresión”. El gobierno brasileño rechazó el asesinato y pidió que las elecciones transcurran de “forma limpia y pacífica”. El presidente colombiano Juan Manuel Santos, a través de una carta, condenó lo sucedido, al igual que los gobiernos de Paraguay y Uruguay. Desde España, el ex presidente Felipe González y el ministro español de Relaciones Exteriores, José García-Margallo, culparon al régimen chavista de la inseguridad que enfrentan los candidatos opositores. Y el Presidente del Consejo de Ministros del Perú, Pablo Cateriano, cuestionó los agravios de Maduro contra Almagro y llamó a la calma en Venezuela.
No obstante, Maduro sigue echando leña al fuego. A pocos días de las elecciones, ha dicho que si la oposición gana está “preparado” para defender la revolución “política y militarmente”. Mientras tanto, las encuestas señalan que la oposición tiene las mayores posibilidades de ganar por una amplia ventaja. Según la empresa Hercon Consultores, el 65% de venezolanos cree que la MUD ganará y solo un 27% cree que triunfará el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Otra encuesta de la empresa Keller da como ganadora a la oposición con el 59% de los votos. Esta misma empresa señala que la popularidad de Maduro cayó a 25% en noviembre, dos puntos menos que el mes pasado.
A la luz de esas cifras, diversos análisis sostienen que, con el asesinato de Luis Manuel Díaz, el régimen buscaría desatar una ola de violencia que le daría una justificación para suspender las elecciones y evitar así una derrota catastrófica inminente.
La campaña electoral se libra en medio de una tormenta económica que remece a Venezuela. Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Producto Bruto Interno venezolano caerá este año a -10%, y el próximo año a -6%. Además, los resultados de la “Encuesta sobre Condiciones de Vida Venezuela (Encovi 2014)”, realizada por las universidades Simón Bolívar, Andrés Bello y Central de Venezuela, indican que al finalizar este año más de 18 millones de venezolanos ingresarán a la condición de pobres.
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