A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
El régimen dictatorial de Nicolás Maduro no solo ha causado la peor tragedia humanitaria en el región en el siglo XXI, sino que es una amenaza directa para la paz latinoamericana. Según ha informado en varias ocasiones el Gobierno colombiano, el régimen chavista protege a terroristas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Informaciones de inteligencia colombiana señalan que el país llanero se ha convertido en la base de operaciones de los mandos terroristas que planifican la estrategia e, incluso, los atentados terroristas. Por ejemplo, el cochebomba (ejecutado por el ELN) que acabó con la vida de 21 estudiantes de la Policía, y el atentado con explosivos (atribuido a las FARC) en contra del parlamentario José Vicente Carrero y el alcalde del municipio de Saravena, Yesid Lozano Fernández. En este contexto, el Gobierno colombiano exige una respuesta al Gobierno de Maduro, y las censuras correspondientes por parte de la comunidad internacional.
Según las autoridades colombianas, los guerrilleros y terroristas atacan a la policía, la población civil, el Ejército o la infraestructura eléctrica y petrolera, y luego se esconden en el tierras venezolanas. Asimismo, la Fiscalía colombiana señaló, en un comunicado, que Jorge Eliécer Jiménez, alias "Jerónimo" o "Arturo", y Fabián Guevara, alias "Ferley", presunto jefe de finanzas de las FARC, se refugian en el municipio de La Victoria, en el Estado de Apure (Venezuela). Los investigadores cuentan con pruebas contundentes: Jesús Manuel Monterrey (alias “Muelas”), el guerrillero que acaba de ser capturado, cruzaba constantemente la frontera hacia Venezuela para recibir indicaciones y ejecutar atentados terroristas, además de extorsiones, secuestros, homicidios, amenazas y robos.
En este contexto, todo indica que la decisión del presidente de Colombia, Iván Duque, de modificar los acuerdos de La Habana (supuesta paz a cambio de amnistía y privilegios políticos) y acabar con el grupo narcoterrorista del ELN resulta militarmente lo más correcto. El Estado colombiano no debe someterse una vez más a los intereses terroristas, y necesita recuperar el principio democrático de autoridad. Tal como lo señala Duque: “El que la hace debe pagarla”. De lo contrario, tarde o temprano volverían a surgir nuevos grupos terroristas en busca de beneficios económicos y políticos.
Como ya sabemos, el acuerdo con las FARC permitió que 10 ex guerrilleros ocupen 10 curules en el parlamento colombiano, sin ser elegidos por el pueblo. Asimismo, se habilitó a “Timochenko”, líder de las FARC, a convertirse en candidato presidencial en las últimas elecciones.
Por todas estas consideraciones, la salida del tirano del Gobierno venezolano y la llegada de un presidente demócrata sería un factor decisivo para la paz regional. En definitiva, el régimen chavista es perjudicial no solo para Venezuela, sino también para toda la región, en lo político, social y económico. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela terminará el año con una hiperinflación de 10,000,000% y América Latina crecerá apenas un 2%, frente a una expansión mundial del 3.5%. Según este ente la economía Latinoamericana crecería mucho más de no ser por la actual crisis que ha hundido al país con mayores reservas de petróleo del mundo. Venezuela y la región no pueden esperar más. ¡La dictadura debe terminar ya!
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