A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
Por el autoritarismo demostrado por el presidente venezolano
Se veía venir. Los países integrantes del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— comenzaron las negociaciones para un futuro Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, sin la presencia de Venezuela. El proceso se había retrasado ya que una de las exigencias de la Unión Europea era que Venezuela no participe en las negociaciones debido al creciente autoritarismo demostrado por el gobierno de Nicolás Maduro y la violación de los derechos humanos de la oposición democrática. De este modo, el bloque regional, ahora en crisis por la persistencia de Venezuela en su liderazgo, empieza un camino sin la presencia del país llanero, esperando que en los próximos meses sea separado de forma definitiva.
Vale recordar que Venezuela no puede asumir la presidencia pro tempore del bloque regional por oposición de Argentina, Brasil y Paraguay, países que exigen que el gobierno de Maduro se allane a los compromisos y normas. El gobierno de Maduro se encuentra hoy en una disyuntiva, ya que tiene como plazo máximo hasta el 1 de diciembre para cumplir sus compromisos. El argumento principal desplegado por las cancillerías de estos tres países es que un gobierno que viola sistemáticamente los derechos humanos no podría dirigir la presidencia de un bloque comercial. La denuncia va en relación a que el gobierno de Maduro ha violado los derechos humanos de diversos líderes opositores al encarcelarlos, trastocando todas las leyes y la Constitución.
A los argumentos sobre violaciones de los derechos humanos se suma que Venezuela no haya incorporado a su legislación diversos tratados y normas de Mercosur. Según la cancillería brasileña, Venezuela ha incumplido pactos tan importantes como el Acuerdo de Complementación Económica Número 18 (de 1991), que establece normas que incluyen el “arancel cero” para los productos de origen de los países del bloque. La representación brasileña también argumentó que el gobierno de Maduro ha incumplido el Acuerdo sobre Residencia para Nacionales de los Estados Partes del Mercosur, firmado en 2002.
Estos tres países —Brasil, Argentina y Paraguay— han fortalecido su oposición para impedir que Venezuela logre la presidencia pro tempore, e incluso el planteamiento más serio es dejar afuera del bloque regional a Venezuela. Las cancillerías de Paraguay y Brasil han sido los más férreos opositores. Incluso el mismo presidente de Argentina, Mauricio Macri, sostuvo que el “ingreso, o el pseudoingreso, de Venezuela al Mercosur lo único que le trajo son problemas”.
De otro lado el gobierno de Maduro se ha vuelto a enfrentar al Parlamento de mayoría opositora. El gobierno autoritario ha aprobado, a través de un decreto, el presupuesto público del año 2017, desconociendo las competencias del Parlamento. Desde enero el gobierno ha interpuesto una demanda en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), cuyo fallo le quita todas las atribuciones constitucionales al Parlamento. Incluso la sentencia del TSJ indica que el Parlamento está en “desacato”. Semejante conflicto vislumbra un escenario más sombrío.
Cada vez la situación de Venezuela se complica más y el chavismo pierde sus apoyos. Hoy las encuestas indican que más del 70% de venezolanos estarían a favor de la salida de Maduro. Tremendo escenario en el país llanero.
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