A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
Encuestas dan ventaja al opositor Guillermo Lasso
El pasado 10 de marzo empezó oficialmente la campaña de la segunda vuelta electoral en Ecuador, entre el oficialista Lenín Moreno (Alianza País) y el opositor Guillermo Lasso (Movimiento CREO). El 2 de abril se sabrá quién será el próximo inquilino del Palacio de Carondelet, sede del gobierno. Vale recordar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) —máximo órgano electoral ecuatoriano—declaró a Moreno ganador de la primera vuelta con 39.33% de los votos. En segundo lugar quedó Guillermo Lasso, quien obtuvo 28.19%. No obstante según la ley, si un candidato llega a obtener el 40% de los votos válidamente escrutados es declarado ganador de las elecciones y no hay segunda vuelta.
Pero la campaña por el balotaje ha empezado con varias dudas, entre ellas el abierto apoyo a Lenín Moreno de parte de Rafael Correa y todo el Gobierno, con recursos, presupuesto y personal. Diversos analistas sostienen que el protagonismo de Correa será de vital importancia para la victoria del candidato oficialista. Todo indica que en las próximas semanas, desde el gobierno se impulsará una agresiva campaña en contra de Guillermo Lasso, candidato opositor para evitar su posible victoria. ¿Cómo van las encuestas? Según la consultora Cedatos, el candidato opositor podría ganar con el 52.1%, en tanto que su contrincante, el oficialista Lenín Moreno, llegaría al 47.9% de respaldo. Aunque faltan algunas semanas más, las cifras de las encuestadoras han puesto en alerta a Correa y al gobierno. Correa ha amenazado que si gana la oposición, él regresa a la política en un año.
¿Por qué no ganó Lenin Moreno la primera vuelta? Algunos especialistas sostienen que el escándalo de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht dañó la imagen del gobierno y de Moreno. Aunque Correa rechazó las imputaciones sobre corrupción que la empresa habría hecho a su gobierno (por alrededor de US$ 35.5 millones) fue un factor fundamental para que Moreno no logre el 40%. Además, el mandatario salió a defender los contratos que se hicieron con Odebrecht.
Sin embargo, uno de los temas de fondo es que estamos frente a la disputa de dos diferentes modelos sociales, políticos y económicos. El primero es el modelo continuista del socialismo del siglo XXI del todavía presidente Rafael Correa, y el segundo es un modelo de apertura económica y política. La herencia de los diez años de gobierno de Rafael Correa no es para nada alentadora. Si bien en los primeros años hubo un manejo responsable de la macroeconomía (el Producto Bruto Interno se duplicó), las últimas decisiones económicas de este Gobierno han sido preocupantes.
Hoy Ecuador se encuentra endeudado y su principal acreedor es China. Solo entre diciembre del 2015 y diciembre del 2016, la deuda externa creció de US$ 5,400 millones a US$ 8,100 millones. La deuda ecuatoriana cerró en el 2016 con casi US$ 26,000 millones, casi el 30% del PBI. La economía también está en medio de un frenazo. En el 2016 el PBI se contrajo en -1.7%, el desempleo alcanzó el 6% y el subempleo el 20% (aproximadamente), mientras que el déficit fiscal para el 2017 es de 7% del PBI.
Hay todavía un 20% de indecisos entre los diez millones de votantes. En las próximas semanas veremos un lucha frontal entre el gobierno y la oposición que busca democratizar el país, luego de diez años de la “revolución ciudadana”.
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