A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
¿Por qué Carles Puigdemont, president de la Generalitat, se va del “país” que acaba de independizar? A inicio de semana dijo en Bruselas (Bélgica) que no volvería a España hasta conseguir “garantías”. Pero que sí acepta las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña, convocadas por Mariano Rajoy al aplicar el artículo 155 de la Constitución española, que intervino funciones de la Generalitat como las finanzas, la seguridad y algunas propias de Puigdemont. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, subraya que la crisis política catalana tendrá impacto solo en esa economía regional en el cuarto trimestre, mientras que España se mantiene estable con una tasa interanual de crecimiento del 3.1%.
En un editorial pasado hablamos sobre la fuga de empresas de Cataluña a Madrid. El éxodo empresarial ha sido fuerte. Hasta el 18 de octubre fueron 805 empresas las que salieron. Un número insólito para una de las comunidades “en teoría” más prósperas de la cuarta economía del euro. Así, en estos momentos, los analistas debaten por el devenir económico de Cataluña. Hay quienes señalan que su PBI per cápita se emparejaría con el de Chipre; y otros, que alcanzaría al de Alemania.
En 2016 la deuda pública de Cataluña fue de 75.118 millones de euros (un 35,3% de su PIB) y su deuda per cápita fue de 10.095 euros por habitante. Si ordenamos las comunidades autónomas, de menor a mayor deuda, vemos que Cataluña se encuentra en la cuarta posición, y en la 17a posición en cuanto a deuda por habitante se refiere. Y la banca es el sector más afectado. La cotización de los grupos catalanes están en rojo. Hay demasiadas pérdidas. No hay solución desde el punto de vista de lo que exigía la ex-Generalitat.
Y siguen las ambigüedades políticas, la situación no ha cambiado. Cuando no hay un pasado que resulte adecuado siempre es posible inventarlo. Los separatistas tergiversan discursos como, por ejemplo, el de las violaciones de derechos. Podría decirse que juegan con fuego, esos desbordes sociales que describen más desconcierto que entusiasmo al querer resquebrajar el país o golpearlo sin tener en cuenta los puntos mencionados. Cataluña rompe la unidad, ¿luego qué o quién sigue? Es un antecedente que no debe dejarse de lado tan fácilmente. La Unión Europea está entre la espada y la pared. Tendrá que llevar a los responsables a un juicio que aclare la situación.
COMENTARIOS