A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
Desastre estatista hunde al autoritarismo chavista
El arrollador triunfo de la oposición en las elecciones parlamentarias abre una esperanza para el retorno de la democracia en Venezuela. Los primeros resultados al 90% publicados por la presidente del Consejo Electoral Nacional (CNE) , Tibisay Lucena, le otorgaban el 52.69% de votos para la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y solo 23.35% para el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En términos de escaños, la MUD logró una mayoría simple de 99 diputados en tanto que el PSUV apenas obtuvo 46. Una victoria inobjetable.
Se estima que cuando el CNE anuncie los resultados al 100%, la oposición venezolana podría lograr 116 escaños en tanto que el PSUV 51. Con semejante resultado la MUD tendría la mayoría calificada de dos tercios que, según la vigente Constitución de 1999, le faculta para designar a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), elegir a las autoridades del CNE, promover referéndum, promulgar leyes orgánicas, desarrollar reformas constitucionales o asambleas constituyentes. El éxito de la MUD es, en todos los sentidos, aplastante.
¿Qué condujo al fracaso al chavismo? Varias son las razones que podrían explicar el triunfo categórico de la oposición, sin embargo hay una en especial: la grave crisis económica que enfrenta el país gobernado 17 años por el llamado proyecto bolivariano. El caso venezolano es el laboratorio ideal para observar las catástrofes que desencadenan el estado empresario, los proteccionismos y los estatismos en general.
Los indicadores económicos venezolanos son de espanto. Una encuesta elaborada por las universidades Simón Bolívar, Andrés Bello, y Central de Venezuela, establece que el 2015 más de 18 millones de venezolanos serán declarados pobres. Es decir, el 55% de la población.
Según un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) el Producto Bruto Interno (PBI) venezolano será de -10% para el 2015, y de -6% para el 2016. En el documento se añade que el desempleo crecerá este año en 14% y para el 2016 en 18%. A semejantes números se suma la escasez de productos de primera necesidad, la inflación acumulada que supera el 200% (la primera a nivel mundial), y la caída del precio del petróleo, el principal producto de exportación llanero. Ante la devastación económica era previsible la debacle del chavismo en las elecciones parlamentarias.
El triunfo de la oposición podría ser el inicio del fin del socialismo chavista. Sin embargo, no será tarea fácil que el denominado proyecto bolivariano abandone el poder. En diversos análisis se sostiene que ahora el presidente Maduro podría apelar al Congreso actual de mayoría oficialista para solicitar la Ley Habilitante, marco legal que le faculta a gobernar por decreto. Pero con la mayoría calificada que ha logrado en las elecciones parlamentarias, la oposición podría anular esa ley, lo que, inevitablemente, reavivaría la polarización entre oficialismo y oposición.
No caben dudas de que se ha iniciado un ciclo que podría culminar en el pleno retorno de Venezuela al régimen democrático y que, de alguna manera, en América Latina contemplamos hoy cómo los modelos autoritarios se desmoronan ante el fracaso del estado empresario, el proteccionismo y el estatismo en general.
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