Editorial Educación

Los problemas del ingreso libre a las universidades

Uno más de los atentados del Gobierno contra la meritocracia en la educación

Los problemas del ingreso libre a las universidades
  • 06 de octubre del 2022


En un discurso pronunciado a inicios de esta semana en la Universidad de San Marcos, el presidente Pedro Castillo insistió en su propuesta de otorgar el ingreso libre a las universidades estatales a todos los estudiantes que hayan concluido la secundaria. “Yo estudié en un colegio público y valoro la educación que brinda el Estado. Tenemos que cerrar las brechas de jóvenes que no siguen estudios luego de culminar la secundaria. Por ello estamos promoviendo y trabajando para que los jóvenes que salen del colegio tengan ingreso libre a las universidades”, dijo en esa ocasión Castillo..

Por supuesto, las redes sociales estallaron inmediatamente con miles de respuestas de usuarios que señalaban que el ingreso libre resulta absolutamente imposible: “A la UNMSM postulan más de 18,000 en cada examen, y solo hay 4,500 vacantes debido a la falta de infraestructura. ¿Y aún así plantea ingreso libre?”, comentó un tuit. Y es cierto: si el ingreso en el último examen de ingreso a la UNSM hubiera sido libre, el número de nuevos estudiantes en esa casa de estudios se habría multiplicado por cuatro. En cinco años o seis años (lo que duran los estudios superiores), toda la población universitaria se habría multiplicado por cuatro, por lo que la universidad necesitaría también multiplicar por cuatro toda su infraestructura: aulas, locales, libros y bibliotecas. Y también su personal: profesores, personal administrativo, etc.

Por eso, para hacer realidad el “ingreso libre” a las universidades se necesitaría aumentar enormemente el presupuesto que el Estado asigna a todas las universidades públicas. Y ese es el gran problema de la propuesta. En un artículo publicado en El Montonero, el educador Guillermo Molinari lo explicó: “Muy pocos se han referido al costo que representaría para el Gobierno implementar una medida como esta, y menos de dónde saldrían los recursos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el gasto público promedio per cápita en la educación superior universitaria a nivel nacional es de S/ 9,200 anual por estudiante”. 

El propio presidente de la Asociación Nacional de Universidades Públicas del Perú (ANUPP), Américo Guevara López, ha expresado su preocupación por estas promesas demagógicas del presidente Castillo. Guevara ha señalado que antes de establecer el “ingreso libre”, es necesario “atender la demanda universitaria, porque actualmente las universidades públicas solo atienden a un porcentaje menor de ella. De acuerdo con las estadísticas de los últimos años, las universidades públicas albergan solo al 19.15% de los estudiantes, mientras que las universidades privadas al 80.84%”. En otras palabras, que de cada cinco estudiantes universitarios, cuatro asisten a universidades privadas y solo uno a una universidad pública. Es gracias a ese aporte de las universidades privadas que el escaso presupuesto que el Estado dedica a la educación puede repartirse entre menos estudiantes universitarios, y por ello se les puede brindar una formación académica de calidad.

En realidad esta propuesta del ingreso libre a las universidades públicas es solo uno más de los atentados del Gobierno de Pedro Castillo y Perú Libre contra la educación. Desde el inicio de esta administración se hizo evidente el propósito de desmantelar la Carrera Pública Magisterial (CPM), que es una importante política de Estado que se inició hace más de una década. Una política que se rige por la Ley N° 29944, que promueve el nombramiento y la promoción de los docentes en base a los méritos y las calificaciones académicas. La posición del Gobierno de Castillo con respecto a la CPM se hizo evidente en noviembre del año pasado, cuando horas antes de que 300,000 docentes rindan la Prueba Única Nacional para el concurso docente del 2021, desde el propio MInisterio de Educación se filtraron las respuestas de ese examen. Finalmente, esa filtración fue reconocida por las autoridades, se anuló la prueba y también todo el proceso de evaluaciones del 2021.

El Gobierno pretende cambiar, en todo el sector Educación, la meritocracia por un “igualitarismo” de corte populista y demagógico. Y en ese sentido se puede entender esta propuesta de ingreso libre a las universidades. Como sabemos, durante décadas el examen de ingreso a las universidades ha sido la gran evaluación de los méritos de los estudiantes egresados de las escuelas peruanas. No importaba la calidad del colegio al que había asistido el estudiante, ni su origen social, sino solamente su desempeño académico, evaluado de forma anónima e imparcial: ingresaban a las universidades los mejores estudiantes. Y para poder superar ese examen muchos jóvenes se preparaban con esfuerzo. Incluso llegaban a adquirir, por su propia cuenta, todos aquellos conocimientos imprescindibles para una buena formación académica, pero que lamentablemente los malos profesores de escuela (como el propio Pedro Castillo) no les brindaron, por incapacidad o simplemente por desidia.

  • 06 de octubre del 2022

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