Tía María: nada justifica su paralización

Como se sabe, en el mes de septiembre de este año se realizó exitosamente el Perumin 35, evento minero que cada año organiza el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), y que se ha convertido en uno de los más importantes de toda la región Latinoamericana. Hace poco el IIMP presentó oficialmente al Comité Organizador del Perumin 36, presidido por Miguel Cardozo, y anunció que ese evento se realizará en Arequipa, entre el 25 y el 29 de septiembre de 2023, en el Centro de Convenciones Cerro Juli. En esa presentación Cardozo opinó ampliamente sobre los problemas de la minería en la región arequipeña, y denunció especialmente que “No hay razones que justifiquen la paralización de Tía María. Y si las hubiera, siempre se puede encontrar soluciones para los problemas y que el proyecto pueda salir”. 

El proyecto Tía María ha cumplido estrictamente con todas las exigencias impuestas por el Estado, y cuenta ya con todas las autorizaciones requeridas, incluyendo a la llamada “licencia social”. No hay, pues, ningún obstáculo para el inicio de la fase de construcción. Más aún, la empresa concesionaria, Southern Peru, recientemente le ha propuesto al Gobierno cambiar la planta de desalinización, que formaba parte de la propuesta original (y cuyo costo era de US$ 100 millones) por la construcción de la represa de Paltiture (con un costo mucho mayor). Según la propuesta original, la planta de desalinización proveería de agua potable tanto al proyecto como a las comunidades vecinas; pero la represa de Paltiture significa una mucho mayor contribución para la agricultura regional.

Extrañamente son precisamente los agricultores locales quienes, manipulados por agitadores antimineros, se oponen ahora al proyecto. Cardozo se refirió específicamente a ellos: “Yo no comprometo al IIMP, pero a mí me parece un error garrafal de la población del Valle de Tambo el no permitir el desarrollo de ese proyecto que los beneficiará sustancialmente a largo plazo. Además, están tratando de bloquear la utilización del agua en el caso de Quellaveco, y ellos son los que más van a perder”. Cardozo añadió que esa zona de la provincia de Islay “posee aguas que contienen arsénico y boro por el vulcanismo, lo que causaría la baja exportación de sus productos”. Y señaló que cuando se ejecuten los proyectos mineros, en la zona “se construirán represas para limpiar el agua”.

Cardozo también destacó que entre Perú y Chile tienen el 40% del total de las reservas de cobre del mundo, y que este mineral es imprescindible para fabricar instrumentos para aprovechar las energías renovables. Y a pesar de que en Arequipa hay una gran reserva de cobre, actualmente solo cuenta con una mina en producción, Cerro Verde. De ahí la gran importancia que tiene para para la economía el proyecto Tía María que, con una inversión de US$ 2,000 millones, producirá alrededor de 120,000 toneladas métricas de cobre (TMC) anuales y aportará al país más de S/ 300 millones en canon y regalías. Además generará 9,000 empleos en su zona de influencia. 

Hay que añadir que Southern Peru ha estado trabajando muy activamente en el frente social. Gracias a ello ha generado espacios para fomentar el diálogo y alcanzar consensos y acuerdos con los pobladores de la zona de influencia del proyecto minero; acuerdos que la empresa está cumpliendo estrictamente. Además Southern apoya directamente una gran variedad de iniciativas de las propias comunidades, y brinda capacitaciones técnicas a los pobladores, tanto en actividades mineras como agrícolas y de otros tipos.

El inicio de las operaciones de Tía María sería una muy buena señal para los inversionistas, que verían que –a pesar de la crisis política– en el Perú todavía es posible realizar proyectos mineros importantes.