Minería y agricultura se unen en Arequipa

Desde hace muchos años la izquierda peruana ha demonizado a la minería moderna con el mito de que es incompatible con la agricultura; según dicen, la minería consume y contamina toda el agua que debería servir para el riego. Con esa mentira, y valiéndose de agitadores que se hacen pasar de asesores de las comunidades de pobladores de las zonas de influencia de los proyectos mineros, logran generar pequeños pero violentos conflictos sociales. No obstante, todas esa leyendas negras se caen ante hechos tan contundentes como que en Arequipa el proyecto de cobre Tía María, pendiente hace años precisamente por esos conflictos, hoy ha propuesto construir la tan esperada represa de Paltiture, que beneficiará significativamente a toda la agricultura del sur del país.

Paltiture es un ambicioso proyecto hídrico, una propuesta que se remonta a casi cuarenta años atrás: una represa en el valle de Tambo, en la provincia de Islay (Arequipa), que permitiría ampliar sustancialmente la frontera agrícola en las regiones de Arequipa, Puno y Moquegua. Para hacer realidad este proyecto se necesita una inversión de US$ 300 millones, para construir la infraestructura que permita almacenar 80 millones de metros cúbicos de agua proveniente de los ríos Tincopalca, Quemillone y Tolapalca. Con este recurso hídrico se habilitarían para la agricultura más de 10,000 hectáreas de tierras en el valle de Tambo, lo que  beneficiará a más de 4,000 productores de arroz, cebolla, páprika, pastos y diversas frutas y hortalizas.

Recientemente Southern Perú, la empresa concesionaria del proyecto Tía María –cuya construcción ya cuenta con todas las licencias, pero que sigue siendo postergado por las protestas de grupos antimineros– le ha propuesto al Gobierno cambiar la planta de desalinización, que formaba parte del proyecto original (y que representaba una inversión de US$ 100 millones) por la construcción de la represa de Paltiture que, como hemos visto, necesita una inversión tres veces mayor. Si bien la planta de desalinización estaba destinada a proveer de agua potable al proyecto y también a algunas  comunidades vecinas, la represa de Paltiture, como hemos señalado, representa una mucho mayor contribución para la agricultura de varias regiones del sur del país. Y según Southern, de los 80 millones de metros cúbicos de agua potable que proporcionaría la represa, la compañía usaría menos de 10 millones cúbicos, quedando los 70 millones restantes para su uso de las comunidades aledañas.

Pero esa no es la única iniciativa del proyecto Tía María en beneficio de la agricultura de la zona. Desde hace varios años Southern viene desarrollando el programa Valle Unido, que  ejecuta en el sur diversas actividades para mejorar la productividad del campo. Los ingenieros agrícolas del programa colaboran con los campesinos para salvar los sembríos de las plagas, especialmente la roya, que afectan a los granos. Los ingenieros han ideado una solución 100% natural y compatible con el medio ambiente para reducir notablemente los gastos de fumigación. Asimismo, Valle Unido promueve entre los pequeños y medianos productores la expansión de plantaciones de alfalfa, trigo, maíz y arroz.

El proyecto minero Tía María está llamado a convertirse en uno de los principales motores de la economía arequipeña. Es un proyecto minero ubicado en el desierto, al norte del Valle de Tambo, y que consta de dos minas: La Tapada y Tía María. Con una inversión de US$ 2,000 millones, Tía María producirá cerca de 120,000 toneladas métricas de cobre (TMC) anuales y aportará al país más de S/ 300 millones en canon y regalías. Además generará 9,000 empleos en su zona de influencia. El proyecto cuenta ya con todas las autorizaciones del Estado, incluso con la llamada “licencia social”, y solo está a la espera del visto bueno de las autoridades para comenzar la etapa de construcción.