Enclavado en el distrito de La Encañada, región Cajamarc...
Edmundo Cáceres, alcalde del distrito de Corani (provincia de Carabaya en Puno), “sospecha” que la empresa Macusani Yellowcake estaría realizando actividades de exploración de manera informal, no obstante que los contratos y leyes respaldan esas acciones. La sospecha del alcalde se debe a la convocatoria de la minera canadiense a los pobladores para participar en los talleres informativos relacionados con la exploración de litio. Según diversos estudios geológicos, el litio está asociado a gran parte de las comunidades Chimboya, Corani y Sibilla.
Al respecto, los representantes de la empresa han señalado que las actividades de exploración son legales. Además, sostienen que el litIo no es mineral radioactivo y, por tanto, no sería necesario una norma especial para su explotación. Asimismo, recuerdan que, desde hace más de once años, se reclama una ley para normar la actividad. En este contexto, el ex ministro del sector Minería (MEM), Rómulo Mucho, sostiene que “para extraer el litio es necesario remover el uranio de la superficie”. Para Pedro Gamio, también ex viceministro del MEM, no es necesario promulgar una ley para recién elaborar un reglamento de seguridad para la explotación de uranio. “Antes debería haber un acercamiento con el sector privado y las comunidades”, señaló la ex autoridad.
Al respecto, el congresista Moisés Guía Pianto, ha presentado el Proyecto de Ley Nº 2291/2017-CR, proponiendo la modificación del DL Nº 23112 (promulgado en 1980, durante el Gobierno de Morales Bermúdez), con objeto de precisar las competencias del Estado con respecto a la explotación de minerales radioactivos y organizar la base legal para la exploración y la explotación del litio y de minerales radioactivos como el uranio. El presidente de la República, Martín Vizcarra, en agosto pasado, comprometió al Ejecutivo a elaborar un proyecto de ley que ya debería estar listo para hacer viable la explotación de litio en el sur peruano.
Por su lado, la minera Macusani Yellowcake sigue adelante. Si todo marcha de acuerdo a lo programado (sin la pretensión del movimiento antiminero de detener el proyecto, sin la interferencia de la burocracia y los tediosos trámites legales que lo detienen todo), el estudio de factibilidad, así como el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) deberán estar listos antes de finalizar el 2019. Por esta razón, la minera está desarrollando talleres informativos en las comunidades de influencia directa e indirecta para explicar a los pobladores el proyecto. Según los planes, la construcción de la planta deberá estar lista en 2020 y la producción de litio comenzará a más tardar después del tercer trimestre de 2021. Para todo esto –antes de extraer litio del yacimiento de 2.34 millones– la minera deberá cumplir con todas las exigencias relacionadas con los aspectos ambientales, legales, técnicos y sociales.
La inversión para extraer litio en la zona puede convertirse en una bendición. Corani es el distrito con el más alto índice de anemia de la región Puno: 77% en la población infantil. En medio de esta terrible realidad, de acuerdo al portal Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el gasto ejecutado por la municipalidad de Carabaya Macusani, al 31 de mayo pasado, cayó de S/ 2.80 millones a S/ 828,235. Una demostración de la poca y hasta nula eficacia de las labores de las autoridades locales por la falta de gestión y de capacidad técnica. No hay otra explicación.
La producción de litio transformará a las comunidades de Carabaya y el sur. Las autoridades de Puno deberían seguir el ejemplo de Bolivia, que no baja la guardia en su carrera energética. Aliado con China, sigue adelante con distintos proyectos de explotación e industrialización de litio. Recientemente la compañía estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la china TBEA Baocheng anunciaron la inversión total de US$ 2,390 millones para instalar, en el plazo de dos años, cinco plantas de ácido bórico, bromo puro y bromuro de sodio en los salares de Pastos Grandes y Coypasa.
En el país del altiplano, los proyectos energéticos relacionados con el litio se cumplen en los plazos establecidos porque las oportunidades de los mercados internacionales no esperan. Lamentablemente, en Perú todo está bajo “sospecha” y la izquierda antiminera desarrolla planes para detener la producción del país. Mientras, el presidente Vizcarra continúa en una guerra política absurda, se hace de la vista gorda frente a los proyectos mineros, petroleros, gasíferos, hídricos y otros, que reducirían la pobreza y generarían empleo.
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