El mercantilismo de la leche no paga

Como todos sabemos,el mercantilismo económico puede definirse como la legislación que se crea para favorecer a una coalición de empresarios al margen y en contra de los intereses de los consumidores. 

Durante el pasado y destructivo Gobierno de Pedro Castillo se promulgó el Decreto Supremo 004 -2022 del Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri), que prohíbe el uso de la leche en polvo en la elaboración de la leche evaporada –que rige desde octubre pasado–, no obstante que la leche en polvo, según el Codex Alimentarius de la ONU y la FDA de los Estados Unidos, solo es leche sin agua; es decir, leche deshidratada. Apenas se le agrega agua recupera todas sus vitaminas, grasas y proteínas presentes en la leche natural.

Lo grave del mencionado decreto del Midagri es que la producción total de leche fresca solo abastece al 70% de la demanda nacional, mientras que el 30% restante debe ser cubierto con leche en polvo importada. Era evidente, pues, que el objetivo de la coalición mercantilista era que la prohibición de usar leche en polvo creara un incremento artificial de precios sin considerar a las madres gestantes y niños de los sectores populares, principales consumidores de este producto. La norma es mercantilista, pues, porque favorece a un grupo de ganaderos en contra de los consumidores.

Sin embargo, la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep) acaba de señalar que, en vez de subir los precios de la leche fresca, han comenzado a bajar. ¿Cómo entender este resultado paradojal? Una vez más contemplamos el fracaso del Estado cuando pretende controlar los precios, ya sea de manera directa o indirecta (el mencionado decreto supremo); el mismo fracaso que llevó a la Unión Soviética y los países del eje bolivariano actual a convertirse en verdaderas fábricas de pobreza social.

¿Qué está sucediendo con los precios de la leche fresca? Antes del mencionado decreto supremo el precio del litro de la leche fresca no cesaba de subir por la demanda de la industria láctea. Por ejemplo, se calcula que había subido en alrededor del 25% desde el 2021. Algunos ganaderos, por la alta calidad de la leche producida, llegan a vender hasta S/ 2 por litro. Desde la promulgación del Decreto Supremo 004-2022 la industria láctea en el Perú está prohibida de usar la leche en polvo para estabilizar los diferentes tipos de calidad de la leche fresca, sobre todo aquella producida por los pequeños ganaderos.

Vale destacar que los pequeños ganaderos –por falta de inversión, equipamiento, tecnología y asesoramiento– generalmente,no pueden cumplir con las cuotas de calidad demandadas por la industria. Es incuestionable que con la prohibición de utilizar leche en polvo en la elaboración de leche evaporada, todo depende de la calidad del tipo de leche, que debe ser altísima porque no puede ser estabilizada.

De esta manera queda absolutamente demostrado que el decreto que restringe el uso de la leche en polvo es una norma de naturaleza mercantilista que solo beneficia a los grandes ganaderos, en perjuicio de los millones de consumidores y de la inmensa mayoría de pequeños ganaderos. Para ilustrar el problema: en el país existen cerca de 400,000 productores de leche fresca, de los cuales el 86% son pequeños productores, con menos de diez cabezas de ganado.

En cualquier caso, queda claro que el mercantilismo es uno de los peores peligros para la economía de mercado y la lucha contra la pobreza. Igualmente, es evidente que el mercantilismo es pariente cercano de las corrientes comunistas y colectivistas que se obsesionan con el control de los precios de los mercados, la planificación de la oferta de los productores y la demanda de los consumidores. ¡El Congreso, entonces, debe derogar el Decreto Supremo 004-2022 cuanto antes!