Arequipa: la minería moderna como prioridad

Gobernadora de Arequipa ningunea el proyecto Tía María

Días atrás la gobernadora de la región Arequipa, Yamila Osorio, sostuvo que el proyecto minera Tía María “no es una prioridad para la región”. Semejante sentencia pinta de cuerpo entero a la joven gobernadora, quien en su calidad de autoridad debería facilitar y apoyar la ejecución de proyectos mineros en la región sureña. Además de ello, la infeliz declaración de Osorio es un mensaje nada alentador a los futuros proyectos mineros, y un espaldarazo al radicalismo antiminero.

Si la región arequipeña se ha convertido en la tercera economía del país –sumando cerca del 5% del Producto Bruto Interno nacional PBI (S/. 22,691 millones)— es gracias al impacto positivo de la minería. Según la publicación Guía de Negocios e Inversión en el Perú, de la consultora especializada EY, la minería moderna contribuye en la región arequipeña con alrededor del 24.4% del PBI. Es seguida por el rubro servicios con 23%, manufactura con 15% y comercio con 11,4%. La publicación agrega que solo entre el periodo 2007-2014 las inversiones mineras pasaron de US$ 1,100 millones a US$ 7,245 millones.

No solo eso, el empleo directo creado por la minería sumaba hasta abril del 2015 alrededor de 38,000 puestos de trabajo. De allí que la minería moderna es un sector vital para las venas productivas y sociales de la región Arequipa. Entonces vale preguntarse, ¿cómo la principal autoridad de la región sureña comete el desliz de ningunear el proyecto Tía María ,cuyo monto de inversión representa US$ 1,450 millones?

Pero la minería moderna no solo se ha convertido en fuente de crecimiento, reducción de pobreza y generación de empleos. La minería ha contribuido al presupuesto público de la región a través de las transferencias del canon y sobrecanon, por ejemplo. Entre el 2005 y el 2013 la región arequipeña recibió S/. 3,428 millones por concepto de canon minero, y en el 2015 el monto fue de S/. 356 millones. En este 2016 la región solo ha recibido por canon alrededor de S/. 330 millones, pero vale resaltar que el descenso se debe a un contexto económico adverso.

Todas las proyecciones y análisis indicaban que la asignación del canon minero para el 2016 hacia las regiones y los gobiernos locales se iba a reducir de forma drástica. La razón principal es el descenso de los precios de los minerales, como el oro y el cobre, en los mercados mundiales. Por ejemplo, el precio del cobre se ha reducido de US$ 4 la libra a solo US$ 2.10. Es decir, una reducción a casi la mitad.

De alguna manera el volumen de las exportaciones de minerales —con la entrada en operaciones de Las Bambas, en Apurímac— ha amortiguado la caída de los precios del oro y el cobre. Según un reporte del Instituto de Estadística e Informática (INEI), en el 2015 los envíos mineros fueron 24% más con respecto al 2014. El Perú habría capeado el mal temporal de la economía internacional si habría aumentado el volumen de las exportaciones mineras con la ejecución de proyectos como el de Tía María.

Las declaraciones de Osorio concuerdan con las actitudes de otras autoridades en la ciudad Blanca. Semana atrás las autoridades de la región Arequipa realizaron una marcha pacífica para rechazar los recortes presupuestales por conceptos de canon minero hechos por el Gobierno central y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Sin embargo, resulta increíble que los promotores de la marcha sean alcaldes que se ¡opusieron! a la ejecución de varios proyectos mineros, entre ellos Tía María.

Ni Osorio ni las autoridades locales arequipeñas están contribuyendo a que la minería moderna se convierta en un motor en la región Arequipeña. Es inaceptable que estas autoridades le hagan el juego al movimiento antiminero que sueña con liquidar la minería en el Perú.