Jorge Valenzuela

Vargas Llosa, periodista

Vargas Llosa, periodista
Jorge Valenzuela
16 de julio del 2014

El agudo y apasionado articulista político y literario

Cada vez que escribe su columna quincenal, Vargas Llosa busca que el texto transpire un punto de vista personal y aliente la polémica con argumentos orientados a ganar la adhesión o el rechazo del lector. Por ello es difícil mantenerse al margen de lo que sostienen sus escritos periodísticos. En El lenguaje de la pasión lo dice en estos términos: “Me esfuerzo por comentar algún suceso de actualidad que me exalte, irrite o preocupe, sometiéndolo a la criba de la razón y cotejándolo con mis convicciones, dudas y confusiones”.

Vargas Llosa es un articulista de opinión que desarrolla una estrategia que se despliega sobre la realidad en tres momentos.

Primero, recrea anecdóticamente una situación que puede ser diversa. Esta puede ir desde la actuación moral de una importante personalidad del entorno político o cultural hasta un hecho de gran repercusión social como la situación política por la que atraviesa un país. En segundo lugar, hace una interpretación que rescata de esa anécdota o situación aquello que pueda plantearse polémicamente a través de argumentos que defiende desde un pensamiento que invariablemente es el liberal. Finalmente, formula una opinión o un juicio de valor cuyo propósito es, según el propio Vargas Llosa, “ayudar a mis presuntos lectores a tomar posición sobre lo que ocurre a su alrededor”. Este último es el momento más importante para quien considera que el artículo de opinión es un instrumento persuasivo capaz de ejercer influencia sobre los demás y en el que el autor logra erigirse como un verdadero intelectual, es decir, como orientador de la opinión pública.

Para alguien interesado en seguir la evolución intelectual de Vargas LLosa es muy útil acercarse a sus artículos de opinión. No son, frente a su labor de escritor, textos menores como podría suponerse. Constituyen, más bien, entre otras cosas, el espacio propicio para la reflexión sobre la propia creación literaria; el lugar desde el que Vargas Llosa ha alimentado incesantemente su vocación de escritor de ficciones y explorado, desde el tratamiento de la actualidad, los temas que ha desarrollado posteriormente en algunas de sus novelas. En suma, creemos que el artículo de opinión es el lugar privilegiado donde podemos observarlo reflexionar y cambiar de puntos de vista pero, sobre todo, donde se pueden observar sus obsesiones temáticas, entre ellas las literarias; los objetos políticos de su interés y la forma en que se relaciona contradictoriamente con la actualidad.

En sus artículos de opinión las referencias a la literatura son numerosas. Esto sucede cuando el centro de su atención no es el momento presente y lo es, en cambio, la trayectoria de un escritor o la publicación de un libro. Vargas Llosa explota la circunstancia literaria para obtener o sacar una lección cuya utilidad se proyecta, siempre, sobre nuestro comportamiento moral. En este sentido es un admirador de valores como la integridad, consecuencia, talento, creatividad y constancia en el artista. Sea a través de la vida de un escritor, el recuerdo de poetas y novelistas, la publicación reciente de un libro, ciertos personajes literarios, vemos asomar a un autor fascinado por los poderes de la ficción, poderes que se proyectan sobre la propia vida para entenderla y comprendernos mejor a nosotros mismos.

Los temas políticos son recurrentes en sus artículos de opinión y le sirven para acercarse más a la realidad de la que a veces teme alejarse en ese viaje puramente imaginario que supone la larga escritura de cada una de sus novelas. En ese sentido, lo que Vargas Llosa llama suceso de actualidad es, ante todo, un hecho que por su naturaleza coyuntural, demanda de él una toma de posición. Esta preocupación por edificar y construir una opinión se sustenta en una fe y confianza que, normalmente, no advertimos en sus obras de ficción. En sus artículos sobre política el tratamiento de la materia es más polémico, por ello emplea la argumentación fuerte y busca diseccionar el tema rigurosamente, sin que por ello sus escritos dejen de transpirar vida, de ser estimulantes y, sobre todo, de volcarnos sobre nuestro presente. Por ello, ahora que Israel está destruyendo sistemáticamente a Palestina, esperamos atentamente su palabra, aquella que, ojalá, no busque justificar, como en el caso de la invasión norteamericana a Irak, los atroces crímenes de lesa humanidad que se cometen día a día ante el horror de todos nosotros.

Por Jorge Valenzuela

Jorge Valenzuela
16 de julio del 2014

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