Un festivo ardor: arte, deseo y transgresión

En Un festivo ardor (Animal de Invierno, 2024), Juan Carlos Cortázar nos entrega un conjunto de nueve cuentos en los que el barroco no es solo un recurso estilístico, sino un principio estético que atraviesa cada elemento de la narración. Escritos con una prosa cargada de ironía, estos relatos dialogan tanto con la tradición e historia del Perú como con lo más transgresor de la cultura posmoderna.

Los cuentos están ambientados principalmente en el Cusco, ciudad cuya riqueza cultural y simbólica permite al autor explorar la relación entre arte, religión e identidad. Desde la obsesión de un joven por los arcángeles de las pinturas cuzqueñas en "Arcabuceros" hasta las andanzas de un colectivo trans en "Pasión y muerte de Atahualpa", cada historia expone los conflictos de la identidad en un mundo donde lo idealizado y lo marginal coexisten en tensión permanente.

El cuento "Última puntada" es un claro ejemplo de este enfoque. En él, un hombre mayor, dedicado al bordado de mantos religiosos, reflexiona sobre su arte mientras lamenta la pérdida de un mundo en el que su trabajo era valorado. En esta historia, como en varias del libro, Cortázar muestra su interés por personajes atrapados entre el anhelo de lo perdido y la imposibilidad de recuperarlo.

Si bien el barroco es el eje estético de Un festivo ardor, la ironía y la parodia son herramientas recurrentes en los cuentos. La solemnidad del arte sacro se ve subvertida por personajes que reconfiguran sus significados. La muerte, el pecado y la decadencia aparecen no como tragedias, sino como parte de un universo donde lo sagrado y lo erótico están entrelazados. El humor, a veces sutil y otras veces desbordado, actúa como contrapunto a la densidad del lenguaje.

La imposibilidad de reconciliar el arte con la vida, la identidad con la tradición, la sexualidad con las normas impuestas, son conflictos que recorren las páginas de Un festivo ardor. Los personajes de Cortázar habitan un mundo en el que las certezas se desmoronan y donde lo único que parece sostenerlos es el deseo, aunque este siempre esté destinado a la frustración.

Juan Carlos Cortázar (Lima, 1964). Estudió escritura narrativa en Casa de Letras, Buenos Aires, y en la Universidad Diego Portales, Santiago de Chile. Ha publicado las novelas Cuando los hijos duermen (2016), Como si nos tuvieran miedo (2020) y Tantos angelitos/Cortarse las manos (2021), y los libros de cuentos Animales peligrosos (2014), La embriaguez de Noé (2016) y El inmenso desvío (2018). Sus libros tienen ediciones en Argentina, Chile, México y España.