Arturo Valverde

Un escritor en el mercado

Una reflexión sobre el oficio del escritor

Un escritor en el mercado
Arturo Valverde
04 de marzo del 2025


Estaba almorzando en un mercado de la ciudad de Moyobamba, cuando escuché que un hombre gritaba con el ímpetu en que se proclama alguna manifestación o huelga en nuestro país. El pequeño restaurante tenía cinco o seis mesas y sillas de plástico, con un cartel en la entrada: Menú del día. Dos mujeres se encargaban de atender a los comensales; una servía los platos con la comida, y la otra los llevaba a la mesa, diciendo: aquí tiene la sopa, aquí el segundo, y el refresco. 

Frente a mi mesa, dos sesentones hablaban con nostalgia de los antiguos camiones Ford; dando la impresión de que en sus años jóvenes se habían dedicado al transporte. Uno le decía al otro con tono enfático y sacudiendo sus manos: ¿Recuerdas la carga que llevábamos? ¡Esos eran camiones fuertes! Al rato, su conversación adquirió un tono de complicidad: ¡Tenemos que ir al paro, hombre!, dijo uno. Intenté aguzar más mi oído, pero los gritos destemplados del mismo sujeto me lo impidieron. 

El par de sesentones empezaron a hablar del sindicato, de los colegas, de la carretera, y todo parecía suponer que estaban preparándose para una batalla, cuando, una vez más, escuché los mismos gritos. En vista de la situación, opté por acabar mi almuerzo y salir del lugar, convencido y resignado en que jamás sabría los pormenores de su meticuloso plan, ni tampoco lo que gritaba el otro tipo, así que pagué la cuenta del menú, cogí mis cosas y me levanté de la silla. 

En ese momento, escuché al mismo sujeto como si gritara en mi oído. Al volverme, me encontré con un hombre joven, delgado y de estatura mediana. Vestía pantalones jeans y una camisa. Tenía en su mano un libro que agitaba mientras decía: ¡Mi querido pueblo, quien te habla es un escritor! Este libro que escribí reúne cuentos y leyendas de nuestra tradición. Yo salí una vez en la televisión, en un programa cultural del Estado, hace muchos años. ¡Soy un escritor! ¡Apóyame! 

Aquella imagen me dejó una impresión bastante fuerte, y me sumió en una reflexión profunda sobre el oficio del escritor y también sobre la literatura, que ya he olvidado. Tan solo recuerdo que, cuando salía del mercado, a lo lejos se escuchaban los gritos de ese joven narrador, avanzando entre los puestos de verduras y frutas.

Arturo Valverde
04 de marzo del 2025

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