Tótem: la muerte vista desde la infancia

Entre las agradables sorpresas que nos suele brindar el streaming –en este caso Netflix– está el estreno de la película mexicana Tótem (2023), ganadora del premio a Mejor Película en el último Festival de Cine de Lima y preseleccionada para representar a su país en los recientes premios Oscar. Escrita y dirigida por Lila Avilés (Ciudad de México, 1982), Tótem es una reflexión profunda sobre temas como la familia, lo femenino, lo sobrenatural y el universo de la infancia

La película explora las complejidades de la vida y la muerte a través de la mirada de una niña –Sol, interpretada por Naíma Sentíes– inmersa en un entorno familiar marcado por la enfermedad terminal de su padre. Desde sus primeras secuencias, Tótem establece una conexión íntima entre la madre y la hija, lo que sirve como punto de partida para explorar la dinámica familiar ante la enfermedad del padre (Tonatiuh). Avilés, en su dirección, logra capturar la complejidad de las emociones humanas en un contexto de pérdida y duelo, evitando caer en el melodrama excesivo, pero revelando los miedos, esperanzas y frustraciones de los personajes.

Uno de los aspectos más destacados de Tótem es su capacidad para fusionar elementos del folclore y las tradiciones ancestrales latinoamericanas con la experiencia cotidiana de la vida moderna. con sus propios mitos y supercherías. Este enfoque se refleja en la atmósfera neblinosa y en los rituales que rodean a los personajes, que crean un ambiente cargado de simbolismo y misticismo. A través de imágenes evocadoras y una cuidada dirección artística, en la que prima siempre la irónica, la película invita al espectador a sumergirse en el que lo real y lo fantástico conviven pero no llegan mezclarse

El trabajo del director de fotografía, Diego Tenorio, contribuye a crear una estética visualmente cautivadora, que complementa a la perfección la narrativa de la película. Las composiciones cuidadosamente elaboradas y el uso de la luz y la sombra añaden profundidad y textura a cada escena, mientras que el estilo de cámara al hombro aporta una sensación de inmediatez y autenticidad a la experiencia cinematográfica.

El elenco de actores de Tótem también merece elogios por sus interpretaciones naturales y convincentes. Naíma Sentíes destaca en el papel de la joven protagonista, transmitiendo con sutileza la complejidad emocional de su personaje. El resto del reparto, compuesto por actores tanto profesionales como no profesionales, aporta autenticidad y profundidad a la historia, creando un conjunto de personajes memorables y vívidos.

Hay una escena clave para entender a Tótem: cuando en la fiesta Sol, sobre los hombros de su madre (a la manera de los tótems de los pueblos indígenas americanos), hace la fonomimia de la trágica aria “El dulce sonido”, de la ópera Lucía di Lammermoor (de Donizetti). La escena grafica cómo ha sido tratado el  tema de la muerte en toda la película: de una manera paródica y con mucha ironía (Sol usa un colorida peluca de payaso, que también remite a los rayos del sol), combinando mitos y tradiciones propios de la cultura occidental con otros más americanos y cercanos a la naturaleza (los animales tienen una presencia constante). Lo importante es la experiencia que está viviendo Sol: el duelo por la muerte de su padre y el final de su infancia.