Ursula Chamochumbi

Todos somos héroes

Quienes luchan contra la pandemia y quienes se quedan en casa

Todos somos héroes
Ursula Chamochumbi
16 de abril del 2020


Mucho se habla últimamente –y con justa razón– de los héroes de esta pandemia: los médicos, enfermeras, policías, Fuerzas Armadas, personal de limpieza, trabajadores de mercados y supermercados, etc. Ellos no solo están trabajando y circulando mientras el resto del país se mantiene en cuarentena, sino que además muchos están cuidando de enfermos y evitando, de distintas formas, que más ciudadanos se contagien. Y lo hacen corriendo graves riesgos.

Sin embargo, la realidad es que ellos son solo la primera línea, no los únicos. Todos hemos olvidado a los millones que estamos quedándonos en casa responsablemente, para evitar contagiarnos y contagiar. Es un sacrificio no visitar a la familia, algunos de ellos ancianos o enfermos, no sentir el calor de los más cercanos y conformarnos con verlos a través de una pequeña pantalla o escucharlos por la línea telefónica; vivir permanentemente con la angustia de esperar que se encuentren y se mantengan bien. Nos olvidamos que las relaciones interpersonales son difíciles y que ahora más que nunca estamos ejercitando la paciencia porque ya no podemos salir a “tomar aire”. Nuestros niños ya pueden parecerse a Batman o a Superman: no tendrán capa, pero dejar los paseos, las salidas al parque, etc. por entender que es necesario quedarse en casa, es de verdaderos héroes.

Nos olvidamos de los hombres y mujeres que viven día a día de sus humildes trabajos y que ahora comen menos, porque entienden que saliendo, arriesgan a su familia. Algunos están recibiendo la ayuda del Gobierno, otros no; y tienen que pedir dinero prestado o alimentos “fiados”. Nos olvidamos de la empresaria cuyo rubro está totalmente cancelado este año; pero le sigue pagando –de sus propias utilidades y ahorros– a sus trabajadores, para que ellos no salgan de casa y tengan qué comer. No estamos teniendo en cuenta al dueño de la empresa de transportes que, a pesar de que ya le cancelaron todos los contratos, sigue pagando el crédito de sus camiones, alquiler de locales y sueldos de toda su gente, porque él es responsable de todos ellos. Y además, “de donde come uno, pueden comer varios”. Todos ellos tienen nombres y apellidos, pero son tantos que no es posible mencionarlos a todos. Lo que sí es posible es reconocer ese esfuerzo, ese sacrificio, ese amor. La generosidad que aflora de cada uno en momentos en los que sabemos que la salvación de toda una nación está en nuestras manos.

No todo es malo, a pesar de que muchos medios de comunicación quieran que así parezca. Ellos muestran mercados llenos, colas largas, gente que no respeta la cuarentena, el aislamiento social o el toque de queda. Pero no se equivoquen, esa es una minoría, porque la mayoría somos héroes. Millones de peruanos que así como los de la primera línea, también merecemos los aplausos y las campanadas de las ocho de la noche.

Quién sabe, tal vez ahora que entendemos que somos indispensables, nos quedemos el mayor tiempo posible en casa.

Ursula Chamochumbi
16 de abril del 2020

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