Giancarlo Peralta
Terrorismo en Apurímac
El campamento de Los Chancas ha sido atacado por una turba que portaba armas y explosivos

Apurímac sigue siendo una de las regiones más pobres del Perú, no obstante su significativo avance en la reducción de la pobreza y pobreza extrema gracias al desarrollo del proyecto minero Las Bambas. Pero esta región, enclavada en la sierra, enclaustrada entre Cusco y Ayacucho –y en menor medida Arequipa– tiene un enorme potencial en su geología, que podría transformarla en una de las localidades más prósperas del país.
El fortalecimiento de la economía en Apurímac como consecuencia del desarrollo minero traería por los suelos los discursos que propagan los sectores afines a lo que en el pasado fue la organización terrorista Sendero Luminoso, que también tuvo presencia en esa zona. Estas agrupaciones emplearon, bajo el argumento de la “lucha revolucionaria”, el asesinato de quienes no comulgaban con sus ideas y la extorsión para lograr “aportes económicos”. De más está decir la mentira, el engaño, la difamación, etc.
En la actualidad, quienes fueron partícipes de la violencia en el país, que fueron derrotados por la población civil juntamente con las Fuerzas Armadas y Policía Nacional se han reciclado. Ellos se infiltran en las aulas de las escuelas, en las universidades, desde allí propagan su ideología, su culto a la violencia. Pero también se encuentran los que migraron hacia otras actividades criminales: la extorsión, el secuestro, el tráfico de cocaína, la tala ilegal en la selva y la minería ilegal. Sí, aquella minería ilegal que ocupa concesiones mineras formales empleando armas y dinamita, como sucede en Pataz. Si es necesario asesinan a trabajadores y vigilantes indefensos, dejando a cientos de familias en el desamparo.
Su cruel negocio es la pobreza, impedir el desarrollo económico y social. Por eso atacan los centros mineros, sean de exploración o en operación. Recientemente, el campamento de Los Chancas en la provincia de Aymaraes, ha sido atacado por una turba que portaba armas y explosivos, objetos contundentes, antorchas, dejando a su paso desolación.
Las acciones que realizan son las mismas que las ejecutadas por las bandas terroristas, reglaje, seguimiento a los trabajadores, organización de la turba para actuar empleando la sorpresa, reparto de armas e instrucciones. Su objetivo es aterrorizar, quebrantar el orden y la ley para ocupar concesiones legítimas adquiridas.
Apurímac es una región polimetálica, posee oro, plata, cobre, hierro y otros metales, además de poseer un potencial no metálico. Pero si estos yacimientos caen en manos de la criminalidad pierden la localidad, la región y el país. Caso contrario, gana el Perú, porque se cumplen las normas ambientales, se pagan los tributos que le corresponde al estado, se respetan los derechos de los trabajadores y las comunidades se benefician en paz. Ese es el ejemplo de países como Chile que, gracias al desarrollo de su minería formal se ha convertido en uno de los países más desarrollados de este lado del Pacífico.
El Estado peruano no puede mantenerse impávido. Tiene que actuar y caerles con todo el peso de la ley a los neodelincuentes terroristas.
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