Úrsula Letona

Qué persigue el Presupuesto 2019

Un presupuesto centralista y sin grandes cambios

Qué persigue el Presupuesto 2019
Úrsula Letona
10 de septiembre del 2018

 

Se ha presentado —por parte del Poder Ejecutivo— el presupuesto para el año 2019 ante el Congreso de la República, presupuesto que actualmente viene siendo evaluado y será debatido por la representación nacional. Lejos del calor político que genera el debate sobre tema tan relevante, en el presente artículo abordaremos algunos aspectos que, a nuestro entender, no deben pasar desapercibidos.

En su Mensaje Presidencial del 28 de julio, el presidente Vizcarra señaló que presentaría un presupuesto descentralizado y que asignaría el 40% a los gobiernos regionales y locales. Sin embargo, vemos que la asignación sigue siendo centralista, pues la participación de los gobiernos regionales y locales se mantiene en un 30% sobre el total del presupuesto; aunque puede ser que la diferencia sean transferencias posteriores desde los diversos sectores.

Algunos aspectos, como el presupuesto asignado para los “Gastos de capital”, llaman bastante la atención. Es un clamor de la academia y de la población que se requiere mayor inversión estatal para cerrar las enormes brechas sociales, económicas y de infraestructura que enfrenta nuestro país —especialmente las zonas más pobres— con intervenciones multidimensionales y multisectoriales. Pero en la revisión del presupuesto se comprueba que este componente del gasto registra una significativa reducción de S/ 3,701 millones; es decir, una caída del 12%.

Por otro lado se presenta un incremento sustancial de S/ 3,408 millones en “Gastos por servicios de deuda”,  lo que representa un aumento de 28%. Sin duda se debe cumplir con los compromisos de deuda que se han adquirido, pero también se debe tener claro qué componentes del presupuesto se afectan para cubrir los “Gastos por servicios de deuda”. Ese será uno de los aspectos a abordar en el debate sobre el Presupuesto.

Dentro de la asignación del presupuesto por funciones, llama la atención que el rubro que porcentualmente tiene mayor incremento es  “Comunicaciones”, con un aumento de 67%; mientras que “Orden público y seguridad nacional” solo tendrá un incremento del 5.8%.

En lo que respecta a los temas de cambios normativos que contiene el proyecto de Ley de Presupuesto, nos llama la atención que en materia de inversión pública, las modificaciones que realicen las entidades de los tres niveles de gobierno requieren opinión previa favorable de la Dirección General de Presupuesto Público, si la inversión actualizada resulta superior a los S/ 200 millones. Nótese que estamos hablando de proyectos muy relevantes; es decir, de gran envergadura y que potencialmente puedan tener un impacto positivo en la población. Por ello esperamos que, de aprobarse esta medida, no estemos frente a un cuello de botella que, en lugar de apoyar o acompañar la inversión, se constituya en una traba o mecanismo de control centralista.

Si se requiere evaluar la óptima ejecución de los proyectos, debe procurarse una incidencia importante respecto a la transferencia de capacidades y la implementación urgente de las “Unidades de asistencia delivery”, especialmente para los gobiernos regionales y municipales que reciben significativas transferencias; ya sea desde el Gobierno central, pero especialmente los que perciben transferencias por concepto de canon. Tanto el premier como el presidente Vizcarra, han sido presidentes regionales, por eso deberían ser conocer el déficit de recursos humanos en la gestión de los gobiernos regionales, pero no hay preocupación al respecto. Y potenciar a los gobiernos regionales no solo implica una mayor transferencia de recursos, implica especialmente potenciar las capacidades de gestión. Si no, miremos la incidencia en los gastos recreativos de los gobiernos subnacionales.

Es destacable la autorización a los gobiernos regionales y locales para que destinen hasta el 20% de sus recursos del canon, sobrecanon y regalías mineras para financiar actividades de limpieza o descolmatación. En esta misma línea, debería considerarse el destino de recursos para la atención,, bajo la política estructural del Gobierno central, de los problemas que ocasionan las heladas en las zonas altoandinas.

Un tema final, pero sin duda el más importante, es el de los recursos para educación y salud, que se incrementarán de forma significativa. Pero estos recursos serán destinados para hacer más de lo mismo, todo aquello que viene funcionando mal. En educación seguimos bajo el modelo educativo prusiano del siglo XIX. Los países que han logrado avances significativos en materia educativa vienen implementando modelos distintos al prusiano, pero esto pasa por una reforma de nuestro sistema educativo.

En cuanto a salud, ya se ha señalado de forma consistente —por la academia, los organismos internacionales y los gremios médicos del país— que nuestro sistema de salud, con diversas organizaciones no coordinas, resulta absolutamente ineficiente en cuanto a la utilización de los recursos. Esto deriva en el mal funcionando de la parte prestacional del servicio de salud, que también requiere de una gran reforma.

Urgen las reformas tanto en los sistemas educativos y de la salud pública. Si contamos con los recursos para brindar mejores servicios, no desaprovechemos la oportunidad. Ese es el gran reto.

 

Úrsula Letona
10 de septiembre del 2018

COMENTARIOS