Silvana Pareja
Populismo y caos universitario
Es hora de reemplazar al ministro de Educación
El sistema de educación superior en el Perú enfrenta una profunda crisis estructural, impulsada por decisiones políticas que priorizan el populismo por encima de la planificación estratégica. La creación indiscriminada de universidades públicas, sin análisis técnico ni visión a largo plazo, compromete la calidad educativa y malgasta los recursos públicos, mientras alimenta falsas esperanzas en las comunidades que anhelan acceder a una formación superior de calidad.
Del 2021 a la fecha, el Congreso ha presentado 257 proyectos de ley para crear nuevas universidades, de los cuales 58 ya son ley. Sin embargo, la mayoría carece de respaldo técnico del Ministerio de Educación (Minedu) y no cuentan con partidas presupuestales aseguradas. Solo el 25% ha recibido algún financiamiento inicial. La bancada de Perú Libre, con 86 propuestas, lidera esta tendencia que prioriza intereses políticos sobre la calidad educativa.
El impacto de estas decisiones se refleja en instituciones educativas que nacen en el papel, pero carecen de presupuesto, infraestructura y planes de sostenibilidad. Muchas no pasan de ser leyes declarativas, otras se convierten en proyectos de inversión que nunca se concretan, y unas pocas logran operar bajo condiciones precarias. En lugar de atender los problemas de acceso y calidad en las universidades existentes, los congresistas presentan la creación de una nueva institución como un logro político, dejando el cumplimiento de los objetivos educativos en manos de otros actores.
El costo económico de esta política desmedida también es significativo. Para el presupuesto público de 2025, se han asignado S/924 millones a las universidades públicas, provenientes principalmente de transferencias de canon, sobrecanon y regalías. En regiones con acceso a estos fondos, el control de una nueva universidad puede convertirse en un incentivo político más que en una solución educativa. Esta dispersión de recursos limita la capacidad del sistema para fortalecer las instituciones existentes, que ya cuentan con infraestructura y programas académicos establecidos.
Si el objetivo real fuera mejorar el acceso a la educación superior, el enfoque debería centrarse en fortalecer las universidades existentes. Esto implica mejorar la gestión institucional, ampliar la infraestructura, capacitar al personal docente y alinear los programas académicos con las demandas del mercado laboral. Sin embargo, esta estrategia, que requiere una visión técnica y de largo plazo, no ofrece los mismos réditos políticos inmediatos que la creación de nuevas universidades.
La falta de planificación y el populismo legislativo no solo afectan la calidad del sistema educativo, sino que también perpetúan un ciclo de falsas expectativas y promesas incumplidas. La creación de universidades debería estar respaldada por estudios rigurosos de viabilidad técnica, económica y social, garantizando que cada nueva institución responda a las necesidades de la región y opere bajo estándares mínimos de calidad.
La crisis actual en la educación superior universitaria en el Perú no se resolverá con más leyes declarativas ni con la proliferación de instituciones sin sustento. Es urgente que los actores políticos prioricen el interés nacional sobre sus agendas personales, centrando sus esfuerzos en el fortalecimiento del sistema educativo existente. La educación debe ser tratada como un pilar estratégico para el desarrollo del país, y no como una herramienta de manipulación política. Solo así se podrá garantizar un futuro mejor para los jóvenes peruanos y un sistema educativo que esté a la altura de los desafíos globales.
La falta de liderazgo del actual ministro de Educación, reflejada en la ausencia de una política nacional de aseguramiento de la calidad y el avance del populismo universitario, exige un cambio inmediato. Es fundamental contar con un líder capaz de priorizar la calidad educativa y el fortalecimiento sostenible del sistema para garantizar un futuro mejor para los jóvenes peruanos.
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