PDAC 2025: un encuentro clave para el futuro de la minería

Del 2 al 5 de marzo se llevó a cabo en Canadá el PDAC 2025, la feria de exploración minera más importante del mundo. Este evento, celebrado en Toronto por más de 80 años, reúne a empresas exploradoras, mineras y entidades financieras a nivel global. Con más de 30,000 asistentes en cuatro días, se convierte en el principal punto de encuentro para el networking entre empresarios, inversionistas y profesionales. Aquí se presentan proyectos mineros en fase de exploración o avanzados en su construcción, así como nuevos hallazgos y potenciales desarrollos en el sector. En los últimos años, la transición energética ha cobrado un rol protagónico, redefiniendo el panorama de la minería moderna a nivel global.

La delegación peruana tuvo una participación destacada, posicionando nuevamente al Perú como un destino atractivo para la inversión minera. Con una comitiva de aproximadamente 350 personas, encabezada por los ministros de Economía y de Energía y Minas, el país reafirmó su compromiso con la estabilidad institucional y la seguridad jurídica. Se enfatizó la necesidad de contar con reglas claras, agilizar los permisos y promover la minería tanto a nivel interno como externo, dado su papel fundamental en el crecimiento económico. Además, se resaltó el reto de recuperar el segundo lugar en la producción global de cobre mediante la ejecución de más proyectos de su portafolio.

Uno de los temas que llamó la atención en el PDAC fue la amenaza que enfrenta Toronto como principal centro minero del mundo. Algunas empresas de exploración han comenzado a abandonar Canadá, lo que ha generado una disminución en las cotizaciones de la Bolsa de Valores de Toronto (TSX), que ha sido un mercado clave para la industria. El modelo tradicional, en el que los exploradores y desarrolladores captan inversores con promesas de avances mineros y las grandes compañías absorben a las emergentes a través de adquisiciones, enfrenta importantes desafíos en la actualidad.

Tras una intensa semana en el PDAC, tuve la oportunidad de intercambiar ideas con inversionistas, exploradores, funcionarios gubernamentales y líderes del sector minero de Latinoamérica, especialmente de Chile, Argentina y Perú. La discusión giró en torno a las últimas tendencias de inversión, cambios regulatorios y los desafíos que moldearán el futuro de la minería en la región. Si bien estos tres países ofrecen enormes oportunidades, cada uno enfrenta obstáculos específicos:

Chile sigue siendo el país más estable, pero enfrenta largos tiempos de espera para la obtención de permisos, retos de disponibilidad de agua. Perú tiene los costos de producción más bajos, aunque también enfrenta demoras en los procesos de permisos y el manejo de expectativas sociales. Argentina ha generado mucho interés con el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), ofrece un buen potencial minero, los controles cambiarios pueden seguir siendo una preocupación para los inversionistas. La pregunta a responder será, ¿hacia dónde se dirigirán las inversiones en 2025 y en los próximos años?

Me permito ayudar a reflexionar sobre el concepto de valor agregado en la minería. A menudo se habla de la necesidad de agregar valor a los minerales que producimos y exportamos, pero para que esto sea una realidad, se deben desarrollar industrias avanzadas con producción localizada en el país, quizá con algunos incentivos. Esto implicaría; 1) Establecer una infraestructura logística eficiente que permita abastecer mercados globales, 2) Construir marcas locales con socios de clase mundial, 3) Construir marcas locales con socios de clase mundial y 4) Extraer el máximo valor de nuestros recursos mediante la innovación y la tecnología.

Estamos viviendo un momento único en la historia de la humanidad, marcado por los avances tecnológicos sin precedentes y una transformación económica profunda a nivel global. La minería tiene el potencial de desempeñar un papel clave en este proceso, contribuyendo al desarrollo de una economía más avanzada y próspera, es el reto más grande que tenemos.