Obras municipales inconclusas en Miraflores

Desde hace algunos años, ya no vivo en Miraflores, sin embargo, por efectos de la vida cotidiana, debo atravesar el distrito diariamente. Si bien con el paso de los año, las gestiones de Miraflores han ido generando cada vez más decepción, me parece que la gestión actual no tiene precedentes

Y es que cada vez que uno pasa por Miraflores se va encontrando con cosas tan absurdas que podrían hacer pensar a los transeúntes del lugar que el alcalde en realidad no tiene la más mínima conexión con sus vecinos. Y menos aún con los demás ciudadanos de la capital.

En el barrio de San Antonio han construido un remedo de parque con un par de bancas, cuyas veredas no solo están desalineadas con las de las calles donde se ubica, sino que además parece haber sido construido para perturbar la actividad económica de un restaurante que ha sido tradición del barrio durante muchos años.

Se han llevado a cabo trabajos de “remodelación” en las avenidas Del Ejército y Comandante Espinar. En la primera aún no acaban de colocar el asfalto –como si fuera la tarea más complicada del mundo– y han dejado una vereda central roja, que nada tiene que ver con los alrededores, en el otro lado, los iluminados que diseñaron el “nuevo boulevard”, parecen haber olvidado que los cruces de la vía en mención ayudan para aliviar el tráfico de otras dos avenidas saturadas, como son Pardo y Angamos. Imagino que el alcalde y su consejo quieren retirar el tránsito en las calles paralelas; sin embargo, no habiendo donde ensanchar ninguna de las avenidas, olvidan que lo único que generan es más tráfico, malestar y contaminación, a la par que ahuyentan a los consumidores para que no vuelvan al distrito. 

Ni que decir del paupérrimo manejo de la obra en la quebrada de Armendáriz, donde han dejado abandonada una gigantesca grúa en el distrito vecino, perjudicando a todo el que debe transitar por allí. ¿Acaso la municipalidad está pagando las horas de stand by de esa máquina? Si no pagan el stand by, ¿le pagan la vigilancia? ¿Por qué no se la han llevado? ¿Van a condicionar al nuevo contratista del puente para que contrate esa grúa? ¿No sería mejor que se la lleven hasta que alguien pueda ejecutar el saldo de obra?

Como dato curioso, el expediente técnico de la obra contempla una grúa de 30 toneladas. En ese caso, usar un mamotreto de 200 toneladas, como el que se dejó tirado en Barranco –perjudicando a todos los veraneantes de la zona– ¡era riesgo de quien no acabó! ¿O será una condición adicional en el nuevo expediente técnico? 

Lo que más sorprende, es que la Municipalidad Metropolitana de Lima –que puede observar todo esto como cualquier otro ciudadano o vecino– tampoco hace nada. ¿Es que López Aliaga hace espíritu de cuerpo solo porque Carlos Canales es de su partido? ¡Más coherencia por favor! Si el consejo municipal de Miraflores no tiene criterio, ¡que hagan un acto de decencia y que renuncien! Porque no nos van a decir que el Sr. Canales es un dictadorzuelo que hace y deshace sin cuestionamiento alguno, ¿O sí?

Parece increíble que, un alcalde que ya venía con serios cuestionamientos entre sus vecinos se encuentre en una campaña de autodesprestigio y desconexión con sus electores y vecinos. Cierto es que, como dije al principio, los problemas en Miraflores no empezaron con Canales; pero tampoco podemos negar que el alcalde actual parece muy empeñado en dejar el listón lo suficientemente bajo para que nadie pueda ganarle en concurso.

En general no sorprende que una autoridad peruana no tenga conexión con su población, pero lo de Canales es “de Ripley”, porque aun cuando lo persiguen las sombras de la revocatoria desde el inicio de su gestión, sólo parece canalizar sus esfuerzos para que lo revoquen.