Guillermo Vidalón

Minería y ética

Sobre la conveniencia económica, social y ambiental de emplear los metales

Minería y ética
Guillermo Vidalón
27 de junio del 2024


Algunas personas consideran que existe un distanciamiento entre la ética y la actividad minera, argumentan que la interacción con la naturaleza resulta perjudicial y hasta contraria a los valores morales. Este comentario surge a razón de una de las preguntas que se formuló el viernes 21 del presente en un evento organizado por los Amautas Mineros en el auditorio de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Al respecto, respondimos de manera más concisa que existe una correspondencia ética entre la minería formal y su interacción con la naturaleza. Inclusive, desde el punto vista de la fe, en la Biblia, específicamente en Génesis 3, se narra la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén o el Paraíso, Dios le dice al primer hombre que ganará el pan con el sudor de su frente ¿Dónde? En la Tierra.  Desde ese momento, toda la descendencia de la primera pareja interactúa con la naturaleza.

Más adelante, la humanidad supera la Edad de Piedra gracias al dominio que logra de los minerales. Pasamos de herramientas rudimentarias de piedra a ubicar dónde se encuentran esos minerales (conocimiento geológico básico) y al empleo del fuego para realizar un proceso metalúrgico básico, que permitió separar el mineral deseado de otros elementos. Es así como se va reconociendo que existe una variedad enorme de minerales, unos con contenido de metales y otros no.

La Edad de los Metales trajo el conocimiento del hierro, el cobre y las posteriores aleaciones. Como el bronce que es una composición de cobre y estaño; o el acero, que es una aleación de hierro, carbono y otros elementos. Gracias al acero, en la actualidad disponemos de puentes que integran poblaciones que, por condiciones propias de la naturaleza, se encontraban aisladas porque el recorrido de los caminos de acceso era mucho más distante. Esa distancia representaba un costo mayor para el traslado de sus residentes, así como de sus productos hacia los mercados de consumo, dificultando su acceso a la educación, a la integración económica, a la salud, etc. Entonces, cabe preguntarse si es ético hacer un análisis de costo beneficio para establecer la conveniencia económica, social, ética y ambiental de emplear los metales.

Por otro lado, cuando gracias a la actividad minera y a los posteriores procesos metalúrgicos se logró un producto más procesado como el acero quirúrgico –que además de los metales antes mencionados contiene cromo, molibdeno y otros– que, moldeado de manera adecuada, permite que los médicos le salven la vida a una persona a través de una intervención en su organismo. Porque con ramas no se puede operar a una persona.

En el Perú, la cultura Paracas realizó trepanaciones craneanas exitosas hace más de 1,500 años, empleando como cuchillas instrumentos hechos con obsidiana, tumis o cuchillos en forma de medialuna fabricados con aleaciones de oro y plata. En la actualidad, el instrumental médico es forjado en acero quirúrgico: bisturís, pinzas y otros. De esta manera es que la medicina salva la vida de un paciente, pero lo hace acompañada de herramientas que tienen su origen en la actividad minera.

¡Qué más ético que complementar el conocimiento de unos y otros para aportar en beneficio de la humanidad! ¡Qué más ético que transformar un desierto, estado propio de un espacio de la naturaleza, en un campo fértil derivando aguas de un río, construyendo canales de irrigación, represas, etc. para garantizar la despensa alimentaria del Perú y el mundo! Pero, para derivar un río se requiere disponer de maquinarias de gran tamaño, con caballos de fuerza suficientes para erosionar la roca, o emplear otros elementos químicos, propios de la misma naturaleza para resquebrajarla, construir túneles y llevar agua de una cuenca a otra para proveer del líquido elemento en cantidad suficiente a más personas.

¡Claro que la minería es ética! Como también lo es proporcionar energía eléctrica a millones de personas, gracias a que se obtiene de la naturaleza un mineral que se denomina cobre y que es el mejor conductor de la electricidad, lo que permite incrementar las horas de estudio y trabajo, facilitar la instalación de industrias, generar puestos de trabajo cada vez más especializados, generar recursos económicos para financiar investigaciones, generar conocimientos y transformarlos en tecnología aplicada.

Por supuesto que la minería es una actividad ética que interactúa con la naturaleza en favor de las personas y también a favor del ambiente. En la actualidad, con el cambio de matriz energética para migrar de los combustibles fósiles a la electricidad se requiere disponer de más cobre. Recordemos que el Perú es el segundo mayor productor de cobre y que tiene un potencial enorme para extraer, comercializar y obtener recursos económicos suficientes para emprender el proceso de desarrollo que todos anhelamos.

Si quieren una respuesta más directa, sí es ético hacer minería formal e interactuar con la naturaleza; a diferencia de aquella que no respeta la legislación ni en lo ambiental ni en lo laboral y tampoco contribuye con el Estado. La humanidad siempre ha interactuado con la naturaleza, sea a través de la minería u otra actividad, y seguirá haciéndolo por lo que reste de nuestra historia.

Guillermo Vidalón
27 de junio del 2024

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