Carlos Arnillas Denegri

Mesura, señor presidente

No está en campaña, sino al frente de una nación

Mesura, señor presidente
Carlos Arnillas Denegri
13 de septiembre del 2018

 

Desde que Martín Vizcarra anunciara en su Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias la convocatoria a un referéndum, el país viene siendo mudo testigo de un inútil duelo verbal entre representantes del Poder Ejecutivo y del Legislativo, un duelo que a nada positivo nos conduce. Quedaron en segundo plano temas tan importantes como la lucha contra la corrupción, la Inseguridad ciudadana, la Reconstrucción con Cambios, el combate al desempleo, la reestructuración del sistema de salud pública, la mejora de la educación y la promoción de las inversiones.

Y es que fortalecido por el apoyo popular que encontró luego de su Mensaje a la Nación, el jefe de Estado rompió palitos con la oposición e inició una enérgica —pero poco fructífera— campaña de posicionamiento político para que sus planteamientos sean atendidos con urgencia por el Congreso. La principal fuerza política acusó el golpe y respondió indicando que las exigencias presidenciales no tienen carácter prioritario para el país, con lo que peligrosamente se pusieron la soga al cuello.

Sin embargo, ambas posiciones están equivocadas, ya que el presidente de la República viene actuando como candidato en campaña electoral, olvidándose que representa a todos los peruanos y que su labor debería ser la de un líder que tiene que serenar los ánimos y conducir los destinos del país en un clima de paz y armonía. Y que además debería conciliar los diferentes puntos de vista, cosa que lamentablemente no viene ocurriendo.

Por otro lado, la mayoría parlamentaria también se equivoca al considerar que la reestructuración del sistema de justicia y el nombramiento de un Consejo Nacional de la Magistratura no son urgentes. Felizmente, parece que existe un propósito de enmienda, lo cual se comprueba con el mensaje del martes último del presidente del Congreso, Daniel Salaverry, enfatizando que el Congreso entrará en sesión permanente para atender la difícil problemática actual.

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Constitución del Congreso, Rosa Bartra, anunció que como máximo a mediados de octubre próximo se aprobarán las cuatro iniciativas presidenciales, teniendo como primer punto de la agenda las reformas en el sistema nacional de justicia. Ambos pronunciamientos son positivos en las actuales circunstancias, y demuestran que no todo está perdido cuando se trata de abordar temas de interés nacional. Y que las actitudes negativas son alardes de poder inútiles que perjudican a la democracia y generan divisiones un país que busca la unidad.

Hoy más que nunca necesitamos mesura y no pugnas políticas, si queremos arribar a buen puerto y evitar que los enemigos de la democracia pesquen en un río revuelto. Requerimos lograr consensos en beneficio del país, por ello le recordamos al ing. Martín Vizcarra “que no está en campaña”, sino al frente de una nación que busca solución a sus problemas, que son muchos.

La reforma del sistema de justicia, la moralización en el sector público, así como en algunos sectores privados que fomentan corrupción, tiene prioridad para que el pueblo recupere la confianza en sus representantes. Recordemos que infinidad de veces se intentaron reformas del sistema de justicia, pero todas fracasaron al privilegia los intereses de los diferentes grupos de poder sobre el interés nacional.

Cabe precisar que temas como la bicameralidad, la no reelección Inmediata de congresistas, el control de las fuentes de financiamiento de los partidos políticos son importantes, pero no urgentes, pueden esperar. Requieren de un amplio debate, con la participación de las organizaciones políticas, así como de la sociedad civil y los medios de comunicación, con el fin de alcanzar una legislación moderna, eficaz y eficiente. Sin embargo, la reforma del sistema de justicia no puede esperar más, y hoy debe ser la máxima prioridad del Congreso para acabar con la inmoralidad existente, que corroe las bases de nuestra sociedad.

 

Carlos Arnillas Denegri
13 de septiembre del 2018

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