Martín Vizcarra y sus ministros en caída libre

Como es de público conocimiento, los inversionistas locales y extranjeros no se limitan a las oportunidades de negocio que se les presentan en una economía con fundamentos macroeconómicos estables. Para sus decisiones empresariales también toman en cuenta factores como la estabilidad jurídica de un país, los conflictos sociales, la corrupción y la inseguridad ciudadana, entre otros.

La gestión del presidente Martín Vizcarra es mal vista por la gran mayoría de peruanos, y en junio registró una nueva caída en su nivel de aprobación, el cual pasó de 47% a 29%, según la reciente Encuesta Nacional Urbano-Rural de GFK. Este sondeo permitió conocer que el nivel de desaprobación de la gestión del jefe de Estado aumentó en 22 puntos porcentuales, pasando de 34% en mayo a 56% en junio.

Por zonas geográficas, el 30% de encuestados en Lima Metropolitana aprueban la gestión del presidente Vizcarra, un nivel similar al registrado en el norte del Perú. Sin embargo, esa aprobación cae a 25% en la zona centro del Perú y a 24% en el sur del país. El mayor nivel de aprobación del presidente Vizcarra está en la zona oriente, con 39%. Por niveles socioeconómicos, la aprobación a la gestión de Vizcarra cayó en 17 puntos porcentuales en los niveles A/B (31%) y C (30%). En los niveles D/E, el descenso es mayor con 18 puntos porcentuales (29%).

Asimismo, solo el 15% de peruanos encuestados por GFK aprueba la gestión de los ministros de Estado, lo que significó un descenso de cinco puntos porcentuales respecto al resultado de mayo (20%). Mientras que la desaprobación del Consejo de Ministros aumentó en seis puntos porcentuales, pasando de 69% a 75%. En el caso del presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, su nivel de aprobación cayó de 24% a 18%, mientras que su desaprobación aumentó de 54% a 63%.

Estos resultados son muy preocupantes, porque afectan la estabilidad política y no generan un clima de confianza en la población, lo cual es negativo para el país. Y considero que son fruto de la percepción de la población de que la gestión del presidente Martín Vizcarra no está tomando con firmeza las medidas correspondientes para combatir los principales problemas del país, como son la corrupción, la inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. Tampoco percibo señales de cambios estructurales en muchas de las entidades del Estado, a pesar de las nefastas cifras en la gestión del pasado Gobierno.

En el año 2017 se incrementó en 1% el índice de pobreza en el país, un problema que afecta a casi siete millones de peruanos. La presión tributaria (ingresos como porcentaje del producto bruto interno) del Perú apenas alcanzó un nivel de 12.9% del PBI, y la tasa de crecimiento económico apenas alcanzó el 2.5% del PBI, entre otros resultados negativos.

En tal sentido, mientras no se perciba que el presidente Martín Vizcarra enfrenta con firmeza y transparencia a la corrupción, que enfrenta con estrategias adecuadas a la inseguridad ciudadana y que realiza cambios estructurales en muchas de las entidades del Estado (con ajustes no solo en los procesos, sino también en los recursos humanos a todo nivel, empezando por el directivo), considero que la caída del nivel de aprobación de Martín Vizcarra y de su gabinete se mantendrá en los próximos meses. Y que ello influirá negativamente en los inversionistas, tanto locales como extranjeros, afectando el clima de negocios en el país.