Silvana Pareja
La urgencia del I+D en la educación peruana
Una apuesta por el futuro del país
En el contexto actual de un mundo globalizado y competitivo, el Perú enfrenta el reto de diversificar su economía y reducir su dependencia de los recursos naturales. La investigación y el desarrollo (I+D) se presentan como herramientas fundamentales para lograr este objetivo, permitiendo al país avanzar hacia una economía basada en el conocimiento. Sin embargo, la inversión peruana en I+D sigue siendo una de las más bajas de la región, representando apenas el 0.04% del Producto Bruto Interno (PBI). Este compromiso limitado frena el potencial del país para alcanzar un crecimiento económico sostenible y mejorar su sistema educativo, ambos indispensables para un desarrollo integral.
La relación entre la I+D y la educación es vital para formar una generación de ciudadanos preparados para afrontar los desafíos del futuro. Un sistema educativo que incorpora la investigación como parte esencial de la enseñanza fomenta la innovación, potencia el aprendizaje y conecta a los estudiantes con las demandas del mercado laboral. En el Perú, la falta de inversión en investigación limita las capacidades de las universidades para generar conocimiento y desarrollar soluciones a los problemas del país. Para avanzar, es necesario que el gobierno asuma un rol más activo, incrementando el financiamiento en I+D y promoviendo políticas que integren la innovación en todos los niveles educativos.
Un ejemplo inspirador para el Perú es Finlandia, un país que ha demostrado cómo una inversión estratégica en I+D puede transformar su economía y su sistema educativo. Con apenas cinco millones de habitantes y recursos naturales limitados, Finlandia apostó por la educación y la innovación como motores de desarrollo. Desde la década de 1990, este país nórdico ha integrado la investigación científica y tecnológica en su sistema educativo, fomentando el interés por la ciencia desde edades tempranas a través de programas como los centros LUMA, que involucran a niños de cinco años en actividades de ciencia y tecnología.
Además, Finlandia ha establecido un compromiso legislativo para incrementar la inversión en I+D del 2.9% al 4% del PBI para 2030. Este enfoque no solo prioriza sectores estratégicos como la energía limpia y los semiconductores, sino que también refuerza la colaboración entre universidades, empresas y el gobierno. La estrategia finlandesa ha demostrado cómo una inversión sostenida en innovación puede superar crisis económicas, como ocurrió tras el declive de Nokia, y generar nuevas oportunidades a través de startups tecnológicas y proyectos de investigación avanzada.
El Perú puede aprender importantes lecciones de este modelo. Aunque los contextos económicos y sociales son diferentes, la experiencia finlandesa muestra que la I+D es una inversión clave para diversificar la economía, mejorar la educación y fortalecer la competitividad global. Para replicar este éxito, el gobierno peruano debe comprometerse a aumentar progresivamente el presupuesto para investigación, estableciendo metas claras, como alcanzar el 1% del PBI en los próximos cinco años. Además, es fundamental fomentar la colaboración público-privada mediante incentivos fiscales que promuevan la inversión empresarial en innovación, y desarrollar programas educativos que integren la investigación desde los niveles básicos.
El fortalecimiento del sistema educativo debe ser otra prioridad. Las universidades peruanas necesitan más recursos para realizar investigaciones relevantes y formar profesionales altamente capacitados. Asimismo, se debe promover el aprendizaje en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) desde edades tempranas, incentivando la curiosidad científica y el pensamiento crítico entre los niños y jóvenes peruanos.
Invertir en I+D no es solo una estrategia económica, sino también una apuesta por el futuro del país. El ejemplo de Finlandia muestra que, con una visión a largo plazo y un compromiso sólido, es posible convertir la investigación y la educación en motores de desarrollo. El Perú tiene la oportunidad de seguir este camino, construyendo un sistema educativo robusto, una economía diversificada y un futuro más prometedor para todos sus ciudadanos.
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