Javier Agreda

Jardín de uñas: del caos a la trascendencia poética

Reseña del nuevo libro de Jorge Pimentel

Jardín de uñas: del caos a la trascendencia poética
Javier Agreda
15 de octubre del 2024


El poeta Jorge Pimentel (Lima, 1944) fue uno de los líderes del grupo Hora Zero, movimiento que revitalizó el ambiente literario limeño de los años setenta con su poesía coloquial y agresiva. Si bien los dos primeros libros de Pimentel fueron publicados en ese contexto –
Kenacort y Valium 10 (1970) y Ave soul (1973)–, su obra más reconocida es Tromba de agosto (1992), un poemario más ambicioso e imaginativo. En esa misma línea se inscribe su más reciente publicación, Jardín de uñas (FCE, 2024), una obra extensa (incluso más que TA), escrita también a inicios de los noventa.

Son 127 los poemas reunidos en este libro, sin ningún orden ni divisiones en secciones o capítulos, por lo que su lectura se convierte en una experiencia desafiante; un desorden en el que además hay numerosos versos y estrofas que se repiten con frecuencia, a veces incluso de manera literal. Y la mejor muestra de ello es que el poema “Presumibles” aparece idéntico en las páginas 76 y 94. Se trata claramente de un descuido, pero que responde a la propia propuesta del autor, que busca reproducir con sus poemas la fragmentación y el caos propios de la experiencia contemporánea.

Dentro de este laberinto de textos se distinguen tres grupos de poemas. El primero, que comprende la mayor parte del libro (más de un centenar de poemas), está compuesto por textos construidos a partir de imágenes y visiones oníricas. Estos poemas presentan ambientes irreales, sucios o en ruinas, en los que apenas quedan rastros de la presencia humana. El propio título del libro, Jardín de uñas, alude a esta idea: un lugar en el que la naturaleza y lo humano están en un muy avanzado proceso de descomposición.

Pimentel utiliza una serie de recursos que remiten al surrealismo, como las metáforas que unen objetos disímiles, así como una retórica basada en la repetición. Anáforas, aliteraciones y reduplicaciones son el motor de un discurso torrencial, que se impulsa en estas repeticiones que incluso guían a las imágenes y los tropos. Sin embargo, a medida que se avanza en la lectura estos poemas van perdiendo fuerza, pues tienden a decir lo mismo, tanto en el plano formal como en el temático. La reflexión sobre el deterioro de lo humano, sobre la fugacidad de la vida y la búsqueda de alguna trascendencia a través del arte se repite machaconamente y casi sin variaciones.

El segundo grupo de poemas, mucho más reducido en número (apenas una decena) resulta más interesante. Se trata de “poemas narrativos” que cuentan las vidas de distintos personajes marginales, dándoles un cierto carácter épico. En el prólogo del libro, escrito por José Carlos Yrigoyen, se pone especial énfasis en estos textos (se les denomina “poemas-retrato”), destacándolos como los más valiosos: “Inmerecidos por Cirilo Toledo" (pp. 30-31), “Los colmillos perpetuos de Miguel García” (pp. 132-133) y especialmente “La penumbra alumbrada de Juan Bullita” (pp. 138-141): “En este poema, de prosodia asalvajada e imágenes que desbordan cualquier racionalidad y contravienen impunes el sentido lineal de la memoria… presenciamos una caleidoscópica síntesis de los años ochenta, padecidos por la generación del poeta”, señala Yrigoyen.

Un tercer grupo de poemas, incluso más reducido que el anterior, lo conforman las artes poéticas, textos en los que Pimentel reflexiona sobre su propio proceso creativo. Un ejemplo es el poema “Jilguero amarillo amarrado al pino”, en el que desde el título se sugiere la lucha entre el deseo de trascendencia y las limitaciones impuestas por el contexto vital, que es precisamente un tema recurrente en la obra de Pimentel.

Jardín de uñas es una obra que apuesta por el exceso y el desorden, y que seguramente habría ganado bastante con una más rigurosa depuración de textos. A pesar de sus desequilibrios resulta, sin duda, un libro valioso dentro de la trayectoria literaria de Pimentel, que muestra su fidelidad a una poética sumamente personal y arriesgada.

Javier Agreda
15 de octubre del 2024

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