Giovanna Priale

Innovación como base para el crecimiento

Para mejorar la productividad y la competitividad

Innovación como base para el crecimiento
Giovanna Priale
15 de octubre del 2020


La innovación es fundamental para mejorar la productividad y, por ende, la competitividad de nuestro país. Según el
ranking internacional de la OECD que mide la competitividad, en el 2019 Perú se encuentra en la ubicación Nº 65, a la mitad de la tabla y por debajo del resto de países de la Alianza del Pacífico (Chile está en el puesto 33; México, en el 44; y Colombia, en el 57).

Es cierto que la inversión en innovación (investigación y desarrollo) del Perú es una de las más bajas de América Latina, según la UNESCO: 0.012% del PBI, en comparación con el 0.244% de Colombia, el 0.362% de Chile y el 0.487% de México. Pero también es válido reconocer que el Estado peruano en los últimos años ha emitido un conjunto de disposiciones tributarias a fin de incentivar la inversión en innovación. 

Sin embargo, en Perú tenemos además un enorme reto porque la demanda de las empresas no encuentra, en el mercado laboral peruano, la oferta de jóvenes capacitados en las carreras que son requeridas para mejorar la productividad de los distintos sectores económicos. En la actualidad, cerca de dos millones de jóvenes (entre 18 y 29 años) estudian en distintos centros de formación laboral, técnica o superior; mientras que cerca de un 1.3 millones de personas califican en la categoría “nini” (ni estudian ni trabajan). 

Sin duda alguna esta situación es crítica, pues nuestros jóvenes no se están capacitando o están estudiando carreras que no les permitirán desarrollarse necesariamente en empleos formales. Siendo esta la realidad que hoy enfrentamos, resulta fundamental el apoyo a estos jóvenes para que desarrollen startups que atiendan los nuevos nichos de mercado, a través de mecanismos creativos e innovadores. 

Hoy la forma de hacer microfinanzas en el mundo ha evolucionado. Los inversionistas de países desarrollados (incluyendo familias y empresas) buscan opciones rentables en países que están en desarrollo. Esto se facilita a través del uso de plataformas tecnológicas mediante las cuales, y con un socio local, se conectan a dueños de startups y colocan dinero directamente en los emprendimientos, hasta que estos maduren. 

Estos inversionistas se convierten entonces en accionistas temporales y reciben “dividendos”, mientras la empresa va creciendo y consolidándose en los mercados. Luego de ello, la startup puede devolver el dinero al inversionista extranjero, o este puede seguir siendo accionista del emprendimiento.

Para que esto funcione, los socios locales deben realizar un acucioso análisis de riesgos de las startups, mientras que estas últimas deben basar sus decisiones de mercado en sesudos estudios de demanda y sus respectivos análisis de sensibilidad, a fin que los proyectos que se inicien sean rentables y competitivos a mediano y largo plazo.

Giovanna Priale
15 de octubre del 2020

NOTICIAS RELACIONADAS >

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

Columnas

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

Vine a Lima desde Huancayo cuando tenía cuatro años de e...

24 de junio
Por la libertad de Juan Chamorro, en Nicaragua

Columnas

Por la libertad de Juan Chamorro, en Nicaragua

El pasado 8 de junio mi querido amigo Juan Chamorro y su esposa fueron...

10 de junio
Reflexiones

Columnas

Reflexiones

En momentos tan difíciles como los que estamos atravesando actu...

20 de mayo

COMENTARIOS