Derrumbe de las expectativas empresariales

Una de las variables que afectan la economía de un país son la inflación, el tipo de cambio, el comportamiento de los consumidores y de los inversionistas, y también las expectativas. Si bien, los indicadores mencionados pueden variar en un periodo de tiempo a raíz de las expectativas, su afectación a la marcha de la economía de un país tomara relevancia y sostenibilidad en el tiempo, si las expectativas mencionadas se transforman en hechos concretos, como lo son una errática política económica de un Estado, inestabilidad política o la influencia negativa de factores económicos y geopolíticos externos. Para efectos prácticos de lo expuesto veamos el caso actual de las expectativas empresariales en el Perú.

Según la última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR), casi todos los índices de situación actual cayeron en el mes de octubre con respecto a septiembre de este año. El índice de la economía a tres meses cayó de 55.1 a 52.4 puntos, el índice sobre la economía a doce meses cayó de 68.6 a 64.6 puntos, el índice del sector a tres meses cayó de 57.1 a 56.0 puntos, el índice del sector a doce meses subió de 65.2 a 66.1 puntos, el índice de la situación de su empresa a tres meses cayó de 59.7 a 57.9 puntos, el índice de la situación de su empresa a doce meses subió de 69.4 a 70.9 puntos, el índice de la demanda de sus productos a tres meses cayó de 61.6 a 59.8 puntos, el índice de la demanda de sus productos a doce meses cayó de 72.9 a 72.8 puntos, el índice de contratación de personal a tres meses cayó de 51.3 a 50.0 puntos, y por último el índice de contratación de personal a doce meses subió de 59.0 a 59.8 puntos.

La actual inestabilidad política, los continuos casos de denuncias de corrupción difundidos constantemente por los medios de prensa, los altos niveles de inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas, sumados a un difícil contexto económico y geopolítico externo —en el que la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y las tensiones militares entre Estados Unidos y Rusia, China, Siria, Irán, Corea del Norte, entre otras potencias militares— son, a entender de muchos, el motivo de  las expectativas negativas que se han reflejado en la última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR). Algo que viene afectando las expectativas empresariales, y que puede influir negativamente en algunos indicadores de nuestra economía, y en el comportamiento de los inversionistas, tanto locales como extranjeros, en lo que queda de este año y los primeros meses del próximo año.

En tal sentido, es necesario que se tomen acciones inmediatas para revertir esta situación y recuperar las expectativas empresariales. Para ello la gestión del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial tienen que tomar con firmeza las medidas que les correspondan en el ámbito de sus competencias para combatir los principales problemas del país, como son la corrupción, la inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. Y en el aspecto económico, promover la diversificación de nuestra oferta exportable, especialmente de productos no tradicionales y terminados. Esto para no depender mucho de los precios internacionales de los minerales y otros productos primarios, que son la base actual de nuestras exportaciones y que son vulnerables a los vaivenes de los mercados internacionales, debido al difícil contexto económico y geopolítico mundial.