Martin Santivañez
Cunas que salvan bebitos

Una iniciativa para sensibilizar a la población
El Proyecto de Ley 211-2016/CR que regula el “Nacimiento confidencial y ampara al expósito” busca normar el abandono del recién nacido mediante la creación de las “cunas salvadoras”. El predictamen de la comisión de justicia sobre el proyecto señala en su introducción: “En el caso de las cunas salvadoras se trata de cunas adecuadas, instaladas en centros de salud, públicos o privados o entidades sin fines de lucro, en los que las mujeres pueden dejar en forma segura a sus recién nacidos, cuando por cualquier motivo, no deseen criarlos”.
El proyecto también regula el nacimiento confidencial. Este procedimiento legal “permite el nacimiento de un niño en completo anonimato en relación a su filiación, siempre que la madre así lo solicite”. En ambos casos el objetivo es “dar una alternativa a las mujeres que no pueden o no desean criar a sus hijos recién nacidos, así como asegurar el derecho a la vida y a vivir en familia del niño o niña. Ambas son medidas excepcionales y extraordinarias que no impiden el trabajo de prevención y protección de los niños y niñas, así como de políticas adecuadas de paternidad responsable.”
Existe una gran diferencia entre dejar a un bebé en la calle o en una cuna salvadora. Estas cunas salvan bebitos y protegen sus vidas, eliminando el peligro de insalubridad e inseguridad que existe en las calles. Las madres que dejan a los bebés en una cuna salvadora no son sancionadas por el sistema jurídico. Además, el nacimiento confidencial permite que las mujeres que se encuentran embarazadas y que deciden no criar a sus hijos se puedan acoger a este programa dejando estipulado “su deseo de dar al niño en adopción una vez que este nace”. Por supuesto, si la madre se arrepiente de haber entregado a su hijo en adopción y este no ha sido adoptado puede recuperarlo inmediatamente. Existen cunas salvadoras en países como Alemania, Japón, Austria, Suiza, Hungría, Polonia, Bélgica, Rusia, Italia, Holanda, Malasia, Corea del Sur, Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos e India.
Las cunas salvadoras pueden ser financiadas por entidades privadas. El Estado peruano no debe convertirse en un promotor de la cultura de la muerte, sino en un defensor de la vida de los ciudadanos. Las cunas salvadoras se transforman así en una excelente iniciativa que permite sensibilizar a la población sobre la creciente indefensión a la que sometemos a los más débiles entre los débiles: los recién nacidos y los niños por nacer. Las cunas que salvan bebitos deben ser apoyadas y promovidas por todos los partidos políticos, con independencia de rivalidades ideológicas o programáticas.
El Congreso de todos los peruanos tiene ante sí la magnífica oportunidad de dar una muestra de unidad para el bien de los recién nacidos. El Estado, tan lento en la protección de los menos favorecidos, puede demostrar su eficacia, implementando una política pública que nos dignifica como sociedad, proclamando que la defensa jurídica del indefenso es un pilar del Estado de Derecho y de toda democracia que aspira a la calidad. He allí el verdadero desarrollo, el desarrollo humano integral, que busca la protección de la persona, especialmente de aquellos que no tienen voz para defenderse y protestar.
Martín Santiváñez Vivanco
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