Dante Bobadilla

Crónica de gángsters

El Perú está gobernado por la mafia caviar

Crónica de gángsters
Dante Bobadilla
08 de noviembre del 2018

 

No importa cuánto circo armen contra Keiko Fujimori, con tres función diarias transmitidas en vivo, portadas llenas en los diarios, programas enteros y encuestas al público. La verdad está más allá de todo ese montaje sobrecargado. Nunca hay que perder de vista lo esencial.

Primero, no han juzgando a Keiko. Solo han armando un show para meterla presa, con ayuda un rabioso sicario fiscal ideologizado y descontrolado, cuya salud mental debería preocupar, y de un juez carcelero que tiene el cuajo de ponerse al margen de las resoluciones del TC. Segundo, Keiko es acusada de recibir aportes de campaña, algo que en ningún país civilizado es un delito. Además, no es la única que ha recibido aportes de campaña de Odebrecht, si es que los recibió, ni Fuerza Popular es el único partido con aportantes fantasmas. Todo eso es práctica común, como las firmas falsas, cosas que nunca llegan a un juicio. Sin embargo, Keiko es la única que está presa para ser investigada por esos cargos.

Si alguien cree que todo esto se trata de justicia y lucha contra la corrupción, necesita un cambio urgente de neuronas, porque deben habérseles quemado de tanto consumir antifujimorismo barato. La verdad no es eso que cuentan los medios al unísono. Hay que ver más allá de todo este humo que genera la prensa para ocultar la realidad.

El Perú está gobernado hace varios años por la mafia caviar, que controla los hilos del poder, con gran influencia en las instituciones del Estado (ministerios, MP, PJ, TC) y en buena parte de la prensa. Esta mafia ha reaccionado al peligro que representa Fuerza Popular con su mayoría en el Congreso. No han podido tolerar que quiten del poder a PPK, negocien la liberación de Alberto Fujimori, amenacen a sus peones en el TC y, por último, blinden al nuevo fiscal de La Nación, una pieza peligrosa en el tablero, pues podría ponerlos en jaque y barrerlos con el huracán Lava Jato. Es indispensable para ellos sacarlo del juego.

Objetivos de la mafia caviar eran anular el Congreso, recuperar el control del Ministerio Público y mantener al TC. Su intención fue cerrar el Congreso, pero no prosperó. Se intentó mediante una forzada cuestión de confianza, que estaba totalmente fuera de lugar tratándose de reformas a la Constitución. Y de reformas completamente carentes de sentido y de urgencia. Obviamente fue una treta que buscaba cerrar el Congreso y deslegitimarlo. Sin embargo, hay ingenuos que creen que este Gobierno, el más desubicado del milenio, busca reformas para el país. Permítanme reírme. Como resultado de esa burda maniobra política tendremos ahora un referéndum sin sentido ni necesidad, que ya empezó a hacer agua antes de tiempo por el cúmulo de cambios apurados.

Luego la mafia caviar recurrió a otra estrategia: descabezar Fuerza Popular con la esperanza de que una vez presa Keiko, su partido se desmorone y algunos de sus integrantes puedan ser captados por la mafia. De hecho, apenas apresaron a Keiko hubo una inesperada reunión de algunos congresistas fujimoristas con el presidente Vizcarra. Aunque claro, una vez más, los ingenuos se tragaron el cuento de que solo coordinaban obras. La maniobra fracasó porque la reunión se hizo pública. Mientras, al sentir el agua, el divo Francesco Petrozzi saltó del barco fujimorista y corrió al lado de los buenos. Ahora sueña con su fajín.

Luego vino el escandaloso silenciamiento del informe Lava Jato del Congreso por parte de toda la prensa dominada por la mafia caviar. Los mismos farsantes que ayer clamaban al cielo por el derecho de los ciudadanos a ser informados, cuando les cerraron la mermelada de la publicidad estatal decidieron no transmitir el informe Lava Jato ni ponerlo en portadas. Nada. La mafia caviar ordenó a sus medios silenciar e ignorar el informe Lava Jato. Es decir, tapar el caso más grande de corrupción de nuestra historia en el que ellos están implicados.

Así de nefasta es la realidad del país. Pero la prensa al servicio de la mafia caviar nos sigue vendiendo el show del antifujimorismo mañana, tarde y noche. Por desgracia, abundan los tontos que compran el show, se tragan los cuentos y luego se creen inteligentes y sabios.

Para la escasa prensa libre que aún queda el reto es quitarles las vendas de los ojos a la población, mostrarles al verdadero monstruo de la mafia caviar y su poder tras bambalinas. La historia de nuestro país en este siglo es una verdadera crónica de gángsters.

 

Dante Bobadilla
08 de noviembre del 2018

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