Manuel Bernales Alvarado

Crisis y oportunidades: iniciativas nacionales estratégicas

Con democracia, planificación y economía social de mercado

Crisis y oportunidades: iniciativas nacionales estratégicas
Manuel Bernales Alvarado
31 de octubre del 2019


En el panorama sudamericano actual, el Perú vive menor situación de conflictos abiertos y desbordamientos populares. El uruguayo Jorge Gestoso, antes en
CNN y desde hace buen tiempo en la estatal venezolana Telesur presenta “América del Sur en rebelión”: Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile. Repasemos como se ve al Perú actual.

Consultando sistemáticamente fuentes internacionales diversas en sus enfoques e intereses, se ve al Perú como un país que ha pasado por un proceso interno resuelto en favor del Poder Ejecutivo y de diferentes grupos, algunos de elites y otros sociales que se expresaron en calles, aunque habían decaído sus manifestaciones. Las redes sociales se caracterizan en todo el mundo y también entre nosotros, por mensajes reduccionistas y simplificadores, tanto como los discursos o relatos de sus contrarios, siguiendo las reglas de la propaganda negra. Una parte hoy mayoritaria de esas redes apoyan el liderazgo del Poder Ejecutivo. Algunas agencia de prensa europeas lo subrayan. Otras lo adversan y se ven en evidente declinio, que acompaña al derrumbe de partidos políticos que fueron dominantes en el ahora inexistente Congreso Nacional. Hay partidos sin ninguna relevancia al menos en encuestas y en lo que se ve diariamente, pero que existen legalmente sin ninguna existencia social, salvo para elecciones.

Hay otros apoyos de este período legal y políticamente presidencialista sin contrapeso ni balance, que son grupos empresariales que no han sido tocados en este período de lucha contra la corrupción. Y no menos importante los grupos empresariales dominantes en Lima, el Callao y algunas ciudades del interior del país, en medio de cerca de 40 publicaciones diarias que rinden culto al anti periodismo y la anticultura, lo que también incluye buena parte de la prensa radial y ahora de medios digitales que cunden en internet con distinto signo.

En este contexto interno poco interesan los temas internacionales excepto los que son noticia polarizan: la sorpresa ante la magnitud y profundidad de la crisis de Chile, máximo ejemplo para algunos actores peruanos fundamentalistas del mercado sin regulación, y varios sectores incluidos actores importantes en el aparato del Estado; el fracaso anunciado meses atrás de la gestión gubernamental y electoral del “macrismo” y el retorno de un peronismo compactado al inicio del presente siglo; la pervivencia y aún recuperación del régimen venezolano que la oposición nacional y externa no calibró como varios lo habíamos estimado por razones de hecho; la sorpresa de la fuerza social y política de los indigenismos ecuatoriano y boliviano, para muchos peruanos, a pesar de ser dos países con los que tenemos raíces y parecidos actuales, que no pocos ven solo como marionetas de Venezuela y Cuba. 

No obstante nuestra enorme frontera en desventaja con los demás vecinos y en especial del Brasil, como nuestra Amazonía está lejos de Lima y el Callao y tiene poca población y menos poder social y político en el panorama nacional, poco interés popular revisten temas mundiales como los avatares y pocas medidas efectivas contra la degradación ambiental de la Hylea Amazónica, como se la llamó en la conferencia mundial de Iquitos durante el gobierno de Bustamante y Rivero. Tampoco interesan más de un día las declaraciones, medidas y posiciones del presidente Bolsonaro. Tampoco la Declaración del Sínodo Pan amazónico mundial de la iglesia Católica Apostólica Romana, hito importante de la gestión pastoral y política del Estado Vaticano regido por el argentino Papa Francisco.

Ahora bien, el Gobierno peruano viene de realizar los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos realizando por primera vez una inversión de Estado a Estado y mediante una empresa eficientísima para las instalaciones físicas y una acertada y reconocida gestión de los eventos. Ahora queda por asegurar el mejor aprovechamiento de ese capital instalado. Se requiere un modelo de gestión con movilización de recursos humanos financieros y de materiales comparable al modelo NEC empleado. Habiendo Chile desistido de realizar las Cumbres de la APEC y de la COP 25 sobre el Cambio Climático que albergarían el acuerdo CHINA-USA y acuerdos que hagan más efectivos todos los previos sobre cambio climático, respectivamente, el Perú, que ya albergó esas Cumbres y lo hizo muy bien sin tener las inversiones que hoy dispone, pero sí la efectividad, eficiencia más eficacia, demostrada en años pasados, debería y podría postularse para recibir la posta que deja Chile. Tenemos además fondos fiscales que pueden ser bien empleados en un paso histórico de la presencia internacional peruana del Atlántico a la mega cuenca del Pacífico. Sin embargo no hemos hecho presencia en el meeting importantísimo de Vladivostok, Rusia frente a Alaska, donde se reúnen Estados y empresa de regímenes políticos y económicos diferentes. Todos ellos en plena carrera por el liderazgo y dominación mundial no solo regionales, cuyos actores si bien disputan entre ellos, caminan hacia un nuevo espacio geoeconómico y geopolítico, con capacidades demográficas, económicas, tecnológicas, culturales y políticas. 

En nuestro difícil proceso interno, pero que es abierto y que apela a la democracia, la economía social de mercado con planificación de largo y mediano plazo, manteniendo equilibrios macroeconómicos esenciales para la sostenibilidad, se dan oportunidades de marcar la responsabilidad de proteger nuestro patrimonio aportando al del mundo pues vivimos en, dentro de, una matriz mundial y global. 

Desde Castilla en el siglo XIX lo que hemos conservado del patrimonio nacional amazónico, no lo hemos aprovechado bien. Con Leticia y parte del Departamento de Loreto, paganos parte de la recuperación de Tacna, recordábamos en pláticas con el General Mercado Jarrín y mi paisano el General Sinesio Jarama Dávila. Hubo momentos en los que distintos regímenes hicieron lo suyo en paz en el plano interno y en guerra internacional.  

Debemos ver esas cumbres como parte de nuestras medidas de corto, mediano y largo plazo y no como “eventos” que son más gasto que inversión. Estados con diferentes regímenes de nuestra América Morena así como lo citado de peruanos, dan buenos ejemplos de que eventos bien hechos sirven a metas específicas de desarrollo y seguridad nacional. Nuestra competencia en el Pacífico reemplazó al Brasil que declinó realizar la COP 25. Podemos realizar esas cumbres en pocos meses y serían un aporte a la sostenibilidad o durabilidad de nuestra íntegra política nacional. ¿Será que se piensa? ¿Será que se quiere? Porque sí se puede.

 

PS: Hace poco se difundió la noticia de que la COP 25 se haría en España con la Presidencia de Chile y la APEC en Malasia.

Manuel Bernales Alvarado
31 de octubre del 2019

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