Crece el desempleo en Lima

Habiendo iniciado el 2024, uno de los problemas que mantenemos, sin recuperarnos a niveles prepandemia, y que aflige no solo a los que lo sufren, es el desempleo, el cual sigue golpeando a Lima. “La tasa de desempleo de Lima Metropolitana se ubicó en 6.6%, cifra menor en un punto porcentual que en similar trimestre móvil del año 2022 (7.6%). En tanto que, al compararlo con igual trimestre móvil del año 2019 (6,3%), creció en 0,3 puntos porcentuales. Se estima que 371,700 personas buscaron empleo en Lima Metropolitana, durante el trimestre móvil septiembre-octubre-noviembre 2023”. Así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) con los resultados de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN), publicados en una Nota de Prensa de diciembre. 

Antes de analizar brevemente la información expuesta recordemos algunos conceptos básicos según el INEI, Desempleo es la proporción de personas desempleadas o desocupadas, que están buscando activamente un empleo entre la Población Económicamente Activa (PEA), que a su vez son el conjunto de personas, que contando con la edad mínima establecida (14 años en el caso del Perú), ofrecen la mano de obra disponible para la producción de bienes y/o servicios durante un período de referencia determinado. Por lo tanto, las personas son consideradas económicamente activas, si contribuyen o están disponibles para la producción de bienes y servicios. La PEA comprende a las personas que durante el período de referencia estaban trabajando (ocupados) o buscando activamente un trabajo (desempleados).

Con el marco básico conceptual claro, según la indicada encuesta es evidente que los factores que han generado esta situación son la recesión y el haber superado la meta de inflación con la que terminamos el año pasado, que el Gobierno negó durante meses, cuando todos lo sabíamos y en el ámbito del contexto interno, además de los problemas conocidos por todos y que parece se están volviendo endémicos, como la inseguridad ciudadana, por citar uno de los más relevantes, a lo que debemos sumar la pérdida de credibilidad por parte de la población en el Gobierno para solucionar estos problemas, como el minimizar el rebrote del Covid-19 que nos está afectando desde que iniciamos el año, dado que aun cuando aparentemente no sea tan letal, si es un problema para la reactivación económica la pérdida de horas hombre de trabajo habiendo culminado el 2023 en recesión.

En el ámbito del contexto externo la difícil situación económica y geopolítica, con recesión e inflación en relevantes zonas económicas y el fortalecimiento de bloques económico militares antagónicos entre sí, cuyas tensiones pueden agudizarse por los conflictos regionales en curso y que pueden escalar a un conflicto global. Además del impacto de los inevitables desastres naturales en nuestra economía por el fenómeno de El Niño que ya nos afecta este año.

Por lo expuesto, aunque para muchos “el consejo dado a un necio es como perlas arrojadas al muladar”, a fin de atenuar el desempleo que sigue golpeando Lima y por extensión también a nuestro país, el Gobierno debe recuperar la credibilidad con “hechos y no palabras” para lo cual dentro del marco constitucional, enfrentar los problemas de nuestro contexto interno así como apoyar la formalización laboral y empresarial y minimizar el impacto del adverso contexto económico y geopolítico externo, manteniendo neutralidad entre los bloques económico militares antagónicos entre sí, abriendo las puertas a los negocios con cualquier país del mundo salvaguardando nuestros intereses y soberanía, somos un país libre.

En cuanto al sector privado y ciudadanía en general, informarse objetiva e imparcialmente de lo que sucede en el mundo y su impacto en nuestro país, a fin de tomar decisiones apropiadas y oportunas en el ámbito empresarial y personal. El mundo ya cambió, es multipolar, y debemos adaptarnos a ello.