Caída de los ingresos corrientes en el Perú

Podemos definir los ingresos corrientes como aquellos que provienen de los recursos tributarios recaudados por concepto de renta, importaciones, impuesto general a las ventas, impuesto municipal, impuesto selectivo al consumo; así como de otros ingresos no tributarios por concepto de tasas, contribuciones, donaciones y recursos propios.

Una política fiscal eficiente y eficaz asegura el financiamiento de las políticas sociales mediante la recaudación tributaria y contribuye mediante un adecuado gasto público al desarrollo del país. Sin embargo, lamentablemente los resultados obtenidos a la fecha en nuestro país no han sido lo que hubiésemos esperado debido a los problemas de nuestro contexto interno y al adverso contexto económico y geopolítico externo.

Veamos la situación de los ingresos corrientes en nuestro país “Los ingresos corrientes del trimestre (III Trimestre del 2023) retrocedieron 16.9% interanual en términos reales, debido a la desaceleración de la actividad económica interna y por los menores precios de commodities. Según componentes, se registró un nivel más bajo de ingresos tributarios, principalmente del IR, asociado a una caída en la regularización por el ejercicio gravable 2022 y de la recaudación por renta de personas jurídicas domiciliadas. A ello se suma una disminución en la recaudación por impuesto general a las ventas (IGV) aplicado a las importaciones. Por su parte, entre los ingresos no tributarios destaca la caída de los ingresos por canon y regalías petroleras y gasíferas”, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en una nota publicada en su página web.

Con respecto a los resultados presentados por el BCRP, no me sorprende dado que la perspectiva de nuestra economía para lo que queda del presente año e incluso el próximo es muy incierta debido al adverso ámbito económico y geopolítico externo y a los problemas de nuestro ámbito interno. 

En el ámbito externo la desaceleración de la economía mundial definitivamente nos está afectando, siendo relevante nuestra dependencia a las importaciones de productos esenciales, como el petróleo, los fertilizantes y los alimentarios, que tienen una tendencia al alza, además el bajo nivel del agua en el canal de Panamá como consecuencia de las sequías afectará nuestras exportaciones a Europa y África debido a las reducciones impuestas por este país al tránsito de buques, situación que por efectos de El Niño global de extenderían hasta el 2024. En el ámbito geopolítico el riesgo de guerra global sigue siendo un factor negativo para nuestra economía, al afectar nuestro comercio internacional.

En el ámbito interno, mientras se mantengan los problemas internos ya conocidos, poca mejoría podemos esperar a nuestra economía y encima tenemos el impacto local del fenómeno de El Niño global que posiblemente cause desastres naturales afectando nuestra infraestructura como viviendas, vías terrestres y nuestro agro y pesca, así como agudizar las enfermedades endémicas que existen en nuestro país.

Ante este contexto, el Gobierno, y el sector privado no tienen otra opción para atenuar la caída de nuestros ingresos corrientes que tomar medidas proactivas ante el adverso ámbito económico y geopolítico externo y enfrentar con estrategias técnicamente viables y no populistas los problemas del ámbito interno, y también fomentar la formalización de los negocios y luchar contra la evasión y elusión tributaria para sacar adelante nuestro país.