Iván Arenas
Bukele y el proyecto nacional “modernizador”
Un proyecto que se inicia con la recuperación del orden por parte del Estado
En el Perú cada día se fragua un “momento Bukele”. Es decir, cada día se conforman las condiciones para la “llegada” de un hombre con mano dura, que imponga la legítima violencia o fuerza del Estado. La criminalidad y la inseguridad avanzan en un país cuya sociedad ya está “cansada” de los políticos. Algunos posibles candidatos a las elecciones presidenciales del 2026 ya han visto carbón en el “momento Bukele” y pretenden imitarlo.
Las imágenes muy bien elaboradas de los presos salvadoreños llevados a cárceles superseguras sirven como ejemplo de lo que en el Perú se debería de hacer. No obstante, quedarnos solo con las imágenes de un Bukele carcelario es no comprender lo que realmente significa el gobierno actual del presidente de El Salvador. ¿A qué vamos? Lo explico.
De acuerdo al suscrito, lo que sucede en El Salvador es la ejecución de un proyecto nacional de modernización, en el que el Estado recupera para sí el legítimo uso de la fuerza y al violencia, de acuerdo a lo sostenido por Weber. Estamos entonces ante el desarrollo de un proyecto nacional cuyo primer ladrillo es la restitución del Estado de derecho y la recuperación del orden por parte del propio gobierno y del Estado.
En ese sentido, las imágenes de pandilleros encarcelados con el torso desnudo es solo una imagen de este proyecto nacional modernizador en El Salvador. Es cierto que es una imagen fuerte y sorpresiva, pero quien no comprenda que en realidad Bukele desarrolla un proyecto nacional modernizador solo se quedarán con la foto. Es indudable que ese proyecto bukelista corre el riesgo de tomar mucho poder y utilizarse para encadenarse al poder. En todo caso el tiempo lo dirá.
Aquí, algunos candidatos presidenciales pretenden convertirse en el “Bukele peruano” pero quedándose con la misma estructura política y sin reformar absolutamente el Estado. Bukele, en todo caso, ha realizado reformas entre ellas en el Poder Judicial y el Ministerio Público. Nuestros candidatos presidenciales se quedan con la imagen del pandillero encarcelado sin entender que en El Salvador se desarrolla un proyecto de modernización nacional que en todo caso veremos si resulta o no.
Como no se entiende todo lo anterior, entonces algunos candidatos están dando –como se dice en criollo– “palos de ciego” confundiendo la forma con el contenido. El Perú corre el riesgo de una “mexicanización” en el mejor sentido de la expresión, porque un sector de la política ya está emparentada con el crimen organizado.
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