Basta de abusos de las empresas de telefonía

Como es de público conocimiento, en el difícil contexto económico y geopolítico actual las economías de todo el mundo vienen siendo afectadas en mayor o menor medida, lo que afecta directamente el clima de negocios en los países. Por ello muchas empresas se ven afectadas y adoptan diversas estrategias para sobrevivir y mantenerse en el mercado. Sin embargo, algunas de esas estrategias perjudican a los consumidores. Uno de los casos más relevantes en nuestro país es el del abuso por parte de las empresas de telefonía.

Este abuso se produce a través de varias modalidades. La primera es la limitación que tienen sus centrales de atención al cliente vía telefónica. No pueden atender adecuadamente todos los reclamos debido a que las líneas están casi siempre congestionadas, por que hay esperar muchos minutos. Y, cuando un cliente logra contactarse y explicar su problema para generar un reclamo, muchas veces las llamadas se cortan, y cuando vuelven a contactarse con la central de atención contesta otro asistente, a quien nuevamente tiene que explicar su caso. Y finalmente la respuesta más frecuentes es: “Para este caso le recomiendo que se acerque a un centro de atención físico”.

La segunda se presenta en el servicio de telefonía móvil prepago, con los continuos pantallazos que, de improviso y en cualquier momento, aparecen en el celular, ofreciendo minutos o datos por un periodo corto de días a un determinado costo. El problema radica en que siendo la mayoría de equipos móviles táctiles, estos mensajes que aparecen predeterminadamente en la opción “aceptar”, pueden activarse con un simple roce del equipo sin que el usuario se dé cuenta y sin querer se perjudique al mermarse su saldo en una oferta que no deseaba. Y cuando el cliente reclama a la central de atención, dicen que no pueden revertirlo.

La tercera son las constantes llamadas de improviso y a cualquier momento del día, incluyendo domingos, a los celulares por parte de empresas de telefonía de las cuales uno no es cliente, ofreciéndole migrar, perturbando la tranquilidad y la paz de los clientes.

La cuarta son los unilaterales e impositivos cambios de planes de parte de las empresas de telefonía en el servicio de telefonía móvil post pago, a través de mensajes de texto, como por ejemplo el siguiente: “Desde el (fecha de inicio de nuevo ciclo del mes siguiente) tu plan de S/ (un monto) cambia a S/ (monto mayor) y mejoramos de “X” GB a “Y” GB tus datos libres. Si deseas, puedes cambiar de plan o terminar contrato”. Cuando el cliente no ha pedido ni necesita cambiar de plan.

Sobre el particular debo expresar que, si bien específicamente nuestra Constitución en su artículo 59 afirma que “El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y la libertad de empresa, comercio e industria. El ejercicio de estas libertades no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud, ni a la seguridad públicas…”, también en su artículo 65 indica “El Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios…”, por lo que constitucionalmente no hay justificación para el abuso por parte de las empresas de telefonía en los casos mencionados, que solo son algunas de tantas modalidades que afectan a los clientes.

En tal sentido, exhorto al Poder Ejecutivo, al Congreso de la República y a las entidades competentes del Estado para que tomen acciones de inmediato para corregir estos abusos; así como también a las empresas de telefonía a que respeten a sus clientes. Asimismo exhorto a que los clientes que se ven afectados a que reclamen y denuncien estos casos ante las autoridades competentes y ante los medios de prensa.