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Los mejores en el 2020
La trascendencia de la próxima elección congresal
Considerando los hechos y los mandatos de la realidad, es incuestionable que las elecciones al Congreso de enero del 2020 se han convertido en las más trascendentes de las últimas dos décadas, en las que se produjeron cuatro elecciones sin interrupción y se redujo la pobreza del 60% de la población a cerca de 20%. ¿Por qué estos comicios se han transformado en los más importantes de la reciente historia? Por la sencilla razón de que el Legislativo a instalarse en el 2020, en caso de tener una mayoría comunista y colectivista, podría convertirse en la constituyente tan buscada por las izquierdas.
Si la mayoría del próximo Congreso responde a las visiones colectivistas de izquierda es incuestionable que el Perú entrará en una larga noche que, dependiendo de diversas circunstancias, podrían significar décadas de autoritarismo y de retroceso económico y social. En este escenario se derogaría la Carta Política de 1993 y se establecería un nuevo régimen económico, que resucitaría el estado empresario y el control de la economía. Ya sabemos hacia dónde llevan esas propuestas.
Por todas estas consideraciones, la oposición republicana de ninguna manera puede aceptar el criterio abstencionista que señala que no se debe participar en las próximas elecciones, porque sería convalidar la administración de facto de Vizcarra. Representaría el yerro más grave de todos los acumulados por la oposición. Seguir denunciando la disolución inconstitucional del Congreso e impulsar la acción competencial ante el TC no tiene por qué significar abstenerse de participar en los comicios.
Muy por el contrario, considerando la trascendencia de las elecciones del 2020, todos los potenciales candidatos presidenciales republicanos, que defienden la Constitución y la economía de mercado, deberían encabezar las listas de sus respectivos movimientos. Si le agregamos el hecho de que el tiempo entre el 2020 y el 2021 es extremadamente corto, entonces no existe mejor oportunidad para los nuevos líderes políticos que la campaña electoral que se avecina para volverse conocidos y difundir sus respectivos programas.
De otro lado, ha trascendido que Keiko Fujimori encabezaría la lista fujimorista, que Antauro Humala haría lo mismo con otro movimiento y que Julio Guzmán lideraría la lista morada. Si las cosas son así, entonces el Congreso a instalarse el 2020 se transformaría en uno de los espacios políticos más potentes de los últimos tiempos. La trascendencia de las elecciones congresales del 2020, pues, está descontada, por más que la administración de facto de Martín Vizcarra busque legalizar su situación de hecho a través de estas elecciones.
Una posición abstencionista de la oposición republicana significaría cometer el error capital de la resistencia venezolana, que renunció a participar en las elecciones convocadas por el régimen chavista y dejó el campo libre para la consolidación del proyecto autoritario y colectivista en Venezuela. Muy por el contrario, una participación decidida de la oposición permitiría recuperar el equilibrio de poderes y preservar los activos institucionales, económicos y sociales logrados en las últimas tres décadas. Incluso se podría tentar profundizar reformas constitucionales (bicameralidad y equilibrio de poderes) que agreguen un nuevo piso institucional a las instituciones, así como profundizar reformas en productividad y competitividad.
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