Un llamado a la conciencia barnechévere

Un voto inteligente puede ser mejor que un voto “por convicción”

Querido barnechévere —no uso este apelativo de forma negativa, sino familiar—. A solo unos días de la primera vuelta, sabes bien que el peligro acecha. Los resultados de la última encuesta ubican a Keiko Fujimori en primer lugar y a Verónika Mendoza en segundo lugar, empatada con PPK; lamentablemente Alfredo Barnechea ha quedado atrás. Ante esta coyuntura, una segunda vuelta “de terror” entre Keiko y Verónika es totalmente factible. Por ello, sin entrar en rodeos, te invoco a pensar bien en la utilidad de tu voto. Sé que esta petición puede enojarte y que quizás estés a punto de dejar de leer este artículo; pero NO lo hagas. Te invito a considerar los argumentos que sustentan mi pedido, que claramente es: vota por PPK.

En primer lugar, lo dicho. Debes considerar que la probabilidad de que Barnechea pase a segunda vuelta es muy baja. Según la última medición de IPSOS, Alfredo tiene solo 9.4% de intención de voto, y otras encuestadoras confirman esa cifra. Esto implica una diferencia de 9% en comparación a la posición de Verónika y PPK, muy difícil de remontar en tan poco tiempo. Las encuestadoras (asumiendo que quizás pienses que están “compradas”), podrían jugar con el pequeño margen de error; pero no con un 9% y ubicando a Barnechea tan abajo. No parece haber fraude ni sesgo declarado. El año 2011, a una semana de los comicios de primera vuelta, Ollanta Humala se ubicaba en primer lugar con 26.5% de intención de voto, Keiko en segundo lugar con 19.4% y Alejandro Toledo en tercer lugar con 15.6%. Ante este escenario, el voto por convicción de los toledistas nos empujó a tener que vivir una segunda vuelta entre Keiko y Humala. Todos sabemos cómo terminó esa historia.

En segundo lugar, debemos evitar, utilizando los medios democráticos disponibles, que Verónika Mendoza pase a segunda vuelta. Un eventual gobierno del Frente Amplio (denle una ojeada a su Plan) implicaría una serie de problemas económicos graves: desórdenes monetarios similares a los de la década de 1980, mayores barreras a la formalidad de las mipymes, medidas proteccionistas que destruirán el agro, desórdenes en las cuentas fiscales, etc. Sin duda alguna, aún queda mucho trabajo por hacer con respecto a los más pobres; pero un gobierno del Frente Amplio en vez de hacerlo, generaría más pobreza. Pretender cambiar la Constitución y el actual modelo económico, que ha sido reconocido por CEPAL por haber logrado una significativa reducción de la pobreza —del 58.5% en el 2004 a 24.2% a mediados del 2015— es una locura.

En tercer lugar, las propuestas de PPK servirán de cimiento para lograr la industrialización que propone Alfredo Barrenechea. No basta con pregonar proponer una industrialización si no se tiene claro lo que ello implica. Hay varios aspectos sobre los que debemos trabajar para poder industrializarnos. Por ejemplo, los países recientemente industrializados tienen en común (1) amplias libertades sociales y derechos civiles, (2) una mayor apertura al comercio internacional, (3) una fuerte atracción de la inversión extranjera, (4) un mayor dinamismo de la agricultura, (5) elevadas tasas de ahorro y (6) una notoria mejora en los indicadores sociales. Estos puntos —como otros tantos— son los que PPK propone desarrollar y se alinean con los objetivos de Alfredo, algo que te debería acercar naturalmente a las propuestas de Peruanos por el Kambio.

Para terminar, soy consciente de que lo que te pido no es fácil. Ponderar encuestas, comparar propuestas, analizar comentarios y recibir críticas de terceros suele ser un proceso tedioso y hasta molesto. No obstante, es realmente necesario que reflexionemos concienzudamente, en las mismas urnas si es necesario, si en este contexto el llamado “voto por convicción” lo es realmente. Creo que la principal convicción que deberíamos tener es que necesitamos un gobierno que garantice la continuidad del modelo económico. ¿Uniremos filas tanto PPKausas como barnechéveres para apostar por un gobierno que reactive la moribunda economía peruana y siga dando pasos hacia la industrialización que tanto necesitamos? Espero que sí.

Juan José García