Que se pongan a trabajar

Cumplidos los diez días que anunció el presidente Vizcarra, juramentó a su gabinete. Han sido diez días en que el Estado ha estado parado, y el Presidente ha aprovechado para hacer algunos viajes, descansar en la casa presidencial de verano y viajar a Ayacucho para participar de las fiestas religiosas. Ahora el Estado estará dedicado a preparar el plan de nuevo gabinete, para que dentro de quince días sea sustentado ante el pleno del Congreso. Y en medio de aquello, recibir a los presidentes del continente el siguiente fin de semana.

El tiempo pasa y el Estado sigue detenido. Hay ministros nombrados que carecen de experiencia en el Estado, como pueden ser los casos de ministerios estratégicos como son el MEF o Energía y Minas. Salvo Salvador Heresi, y quizás Daniel Córdova, los ministros no son políticos, algunos de ellos han sido viceministros y otros provienen de la actividad privada. Y está el caso de Edmer Trujillo, que ya mostró su capacidad cuando fuera ministro de Vivienda por más de un año, sin que nadie pueda señalar algún hecho relevante en su gestión.

El gabinete que se estrena no parece mostrar individualidades resaltantes. El mismo premier César Villanueva estuvo en el pasado Gobierno en el mismo cargo, sin que se pueda precisar alguna gestión especial durante los pocos meses que duró en él. Se puede resaltar su alta disposición al diálogo, pero no al Gobierno, a la toma de decisiones. Su gestión, para bien o para mal, terminó al ser desautorizado por la esposa del entonces presidente.

El nuevo gabinete tiene la ventaja de un mejor ambiente político: el Congreso los respaldará, y la principal fuerza opositora entrará en temporada de colaboración, Y hasta se siente en los medios una actitud complaciente. Esperemos que aprovechen el tiempo para afinar sus ideas, para desarrollar planes de impacto y que comiencen a trabajar. Hay que salir de ese estado de marasmo en el que se encuentra el Estado peruano.

El nuevo gabinete tiene una debilidad: su falta de experiencia política, que puede llevarlos a tomar tiempo en el aprendizaje, o tomar decisiones equivocadas. Pero a pesar de todo lo dicho, tienen la esperanza y el respaldo de los peruanos para que hagan una buena labor. Que se pongan a trabajar.