Oxxo, el gran salto hacia adelante

En medio del bullicio político generado por las próximas elecciones regionales y municipales, aparece una excelente noticia para nuestra sociedad. Oxxo, la cadena de tiendas de conveniencia más importante de América Latina, ha anunciado la apertura de —por lo menos— diez tiendas hasta fin de año y unas trescientas en los próximos dos años.

Esta no solo es una buena noticia para los consumidores —porque es indiscutible que mientras más competencia haya en el mercado, los precios y la calidad de los bienes y servicios a disposición mejoran—, sino que también es una excelente noticia para el sector laboral, que tanto demanda nuevas oportunidades.

Con el ingreso de Oxxo a nuestro país, se va a demandar gran parte de la mano de obra que permanecía inactiva por la ausencia de oportunidades. El proceso de reclutamiento por parte de la empresa ha comenzado. Y esto, en el corto y mediano plazo, va a generar mejoras significativas en el sector. Más y mejores oportunidades para más gente.

Si bien es cierto que los beneficios económicos son incuestionables, no es en el ámbito económico donde necesariamente tiene que nacer nuestro optimismo frente a esto. El ingreso de más empresas a nuestro país es una oportunidad para cambiar nuestra mentalidad, para cambiar el chip que nos impide despegar como sociedad y comenzar el camino hacia el primer mundo.

Como bien ha señalado el gran Thomas Jefferson, ningún país se ha arruinado con el comercio. Es momento de tirar al tacho toda la injusta aversión que le tenemos a las empresas y a la libertad en general, para así aprovechar este tipo de oportunidades y capitalizar cada vez más beneficios para nuestra sociedad.

Si seguimos pensando que la inversión es una amenaza y que las empresas son enemigas, pensamiento retrógrado que lamentablemente todavía existe en mucha gente, estaremos dejando pasar la gran oportunidad que hoy tenemos para dejar el hoyo en el que históricamente siempre hemos estado. Y este es el gran salto hacia adelante que una sociedad necesita para progresar; no el asesinar a millones y millones de personas en nombre del socialismo-comunismo, como hiciera Mao en China.