María Cecilia Villegas

Los pulpines

Los pulpines
María Cecilia Villegas
22 de enero del 2015

¿Como esperar que jóvenes tengan empleo si tenemos una alta deserción escolar?

La participación de los jóvenes en la política, aunque sea para rechazar una ley que algunos consideramos beneficiosa, como ha sido el caso del rechazo a la ley pulpin es extremadamente positiva.

Sin embargo, poco vamos a lograr con ley pulpin o sin ella, si es que no logramos que los adolescentes permanezcan en el colegio y acaben sus estudios. En el Perú sólo 77% de los adolescentes entre 12 y 17 asiste al colegio. En las zonas rurales es el 67%. Mientras que en Huánuco y Cajamarca es 62% y en Loreto sólo 58%. ¿Sabía que 37% de los adolescentes que asisten al colegio están atrasados, esto es, cursando grados inferiores al que les corresponde? Según estudios de la OMS las adolescentes en pobreza tienden a faltar entre 3 y 5 días al mes cuando están menstruando por falta de acceso toallas higiénicas y baños en sus colegios. Esto es 40 días al año perdidos por falta de infraestructura básica. Según cifras del Minedu el 40% de los colegios del Perú carece de agua. ¿Cómo podemos lograr que los adolescentes se inserten en el mercado formal, tengan trabajos dignos con salarios justos y beneficios laborales si no logramos que terminen el colegio?

Un problema adicional es el embarazo adolescente. En 1990 la tasa de embarazo adolescente era 9%, hoy el 14% de adolescentes ya son madres o están embarazadas. Este es un problema grave porque una adolescente embarazada tendrá más probabilidades de abandonar el colegio, limitando su acceso a la educación, a un trabajo formal y con ello sus posibilidades de escapar de las trampas de pobreza. Es además un problema de salud pública ya que una adolescente no está físicamente preparada para enfrentar el embarazo y parto, por ello la mortalidad materna en adolescentes es mucho mayor.

Los adolescentes tienen derechos sexuales, pese a ser menores de edad, que el Estado no puede limitar. Diversos estudios demuestran que el inicio de las relaciones sexuales tiende a ser más temprano en el área rural y en los quintiles más pobres. Además, el embarazo adolescente está directamente relacionado con condiciones de pobreza y con factores asociados a la desigualdad. Así, las adolescentes que tienen más educación, viven en zonas urbanas y provienen de familias con mayores recursos económicos tienen una menor probabilidad de quedar embarazadas. Es por ello que el Estado debe implementar políticas que lleven a los adolescentes a decidir libremente retrasar el primer embarazo. Desde educación sexual y reproductiva, actividades extracurriculares que les permitan ocupar su tiempo en cosas productivas y capacitación técnica, hasta acceso a servicios de salud sexual y métodos anticonceptivos.

De acuerdo con el MINSA solo el 32% de las adolescentes sexualmente activas usa algún tipo de método anticonceptivo. Si bien las normas del MINSA establecen la obligación de proveer de métodos anticonceptivos a todo adolescente que lo requiera, existe una barrera legal para el acceso a anticonceptivos gratuitos ya que al ser menores de edad, solo pueden acceder a los servicios de salud acompañados de sus padres. Así el primer niño que nació en Navidad tiene una madre adolescente lo que limita sus posibilidades de desarrollo.

Necesitamos a los niños y adolescentes en los colegios, recibiendo educación y capacitándose, no en sus casas porque no tienen acceso a baños ni tampoco en los hospitales dando a luz.

Por Ana Luisa Guerrero
(15 - Ene - 2015)

María Cecilia Villegas
22 de enero del 2015

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