Lograr que los niños aprendan…

El programa Qali Warma se desarrolla exitosamente

Con un presupuesto anual de más de S/. 1,400 millones, Qali Warma fue uno de los programas sociales “estrella” durante la gestión del ex presidente Ollanta Humala. Desde sus inicios, en 2013, fue el nuevo Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA); pero esta vez con objetivos claros y con un definido proceso de acción y monitoreo. Qali Warma tiene como objetivo principal proveer alimentos con los nutrientes requeridos para que los niños de los centros educativos públicos —de los niveles inicial, primaria y algunos de secundaria— puedan prestar atención y retener la información necesaria.

El problema que se busca resolver es la mala alimentación que muchos de los niños reciben en casa, lo que repercute negativamente en su desempeño académico. En un principio, este programa fue creado para que llegue a todos los estudiantes de los centros educativos públicos de los niveles inicial y primaria. Pero en 2014 la cobertura se amplió a algunos estudiantes secundarios pertenecientes a pueblos indígenas de la Amazonía peruana.

¿Se pueden lograr los objetivos propuestos? Este es un programa que tiene mucha logística tras de sí. En sus inicios hubo muchos problemas debido a que los alimentos brindados por los proveedores en cada región eran perecibles y no llegaban en buenas condiciones a su consumidor final (los estudiantes). Esto ocasionó que el programa se rediseñara y que, a partir de ese entonces, los alimentos fueran no perecibles.

A pesar de ello, Qali Warma ha sido desarrollado para generar externalidades positivas en los hogares, ya que permite la reasignación de recursos en la familia y mejora la situación nutricional de la misma. La compra de insumos a nivel local significa un aumento de ingresos para los productores locales, lo cual puede afectar positivamente la nutrición de los niños en edad escolar que pertenecen a dichos hogares. Asimismo, puede haber impactos sobre el desarrollo cognitivo y en las condiciones de salud, lo que puede traducirse en una mayor participación escolar.

Sin embargo, a nivel internacional, este tipo de programas ha tenido resultados mixtos. Según la nota metodológica realizada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en la mayoría de los casos se encuentra un incremento en la participación escolar; aunque para los países de la región, el efecto no es tan marcado. Lo mismo sucede con el rendimiento escolar y el impacto en nutrición, salud y desarrollo cognitivo. Asimismo, la literatura encontrada indica que los impactos en aprendizaje son muy débiles, en el caso de que existan.

Por ello, Qali Warma no es el único encargado de solucionar este problema, sino solo una parte de la reforma educativa en el país. Por otro lado, se encuentra una mejora en la calidad de los profesores y de la infraestructura educativa, entre otros. No obstante, la base de todo para que se pueda lograr este gran proyecto es una buena nutrición. Si un niño no recibe los nutrientes adecuados, no podrá retener ningún tipo de información. Así, si bien puede que tenga algunos problemas logísticos, en líneas generales Qali Warma viene desarrollándose como tiene que hacerlo. Sin embargo, lo que le falta es promover una mayor participación familiar. Si no se logra que las familias cambien la forma en la que conciben lo que es una nutrición adecuada para sus niños, el incremento nutricional durará solo el tiempo en el que estos sean beneficiarios del programa. No obstante, la idea es que esto tenga un efecto a largo plazo.

Ximena Retamozo