Luis Cáceres Álvarez

Lo que hay que ver

Lo que hay que ver
Luis Cáceres Álvarez
02 de septiembre del 2016

Claves para entender la fotografía peruana

Algunos historiadores no suelen tratar a las imágenes como corresponden, pues son establecidas como ilustraciones sin una mayor crítica. Eso debe cambiar si desean construir una historia de la fotografía donde existen agujeros e ideologías que tomar en cuenta. Y más si se trata de la peruana. 

“Cabría aconsejar a todo el que intente utilizar el testimonio de una imagen, que empiece por estudiar el objetivo que con ella persiguiera su autor”, señala el historiador británico Peter Burke en su obra Visto y no visto. El uso de la imagen como documento histórico (2005). Esta afirmación ha sido sagrada para Renzo Babilonia, periodista considerado por muchos como “investigador de la guerra”, pero que es también fotógrafo de teatro y de desnudos. Su objetivo es interpretar el eros y el thanatos de la sociedad peruana ya sea de fines del siglo XIX, o de los siglos XX y XXI.

Su tercer libro sobre la fotografía de la Guerra del Pacífico: Guerra y Fotografía. Perú, 1879-1929 ha sido presentada el julio pasado en la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL). En este trabajo resalta a la fotografía como fuente histórica y como herramienta de rescate de personajes que fueron parte de la Guerra del Pacífico (1879-1883) y posguerra (1883-1929), pero que han sido olvidados. “¿Quieren entender a este país? Tienen que entender la historia de sus militares con sus luces y sus sombras, por sus aportes y por sus desgracias”, recalca.

Perú en 1879 no tuvo como prioridad la contratación de un fotógrafo que documentara el conflicto, ni siquiera para informar a la nación y al extranjero. En cambio, Chile sí reconoció la importancia de la fotografía como método de propaganda. Babilonia menciona que en el siglo XIX el fotógrafo era un comerciante que entregaba imágenes de interés del cliente. En este caso, la milicia que acompañaba. “En cualquier guerra y en toda imagen que evoque una victoria, el triunfador se colocará en un nivel superior respecto del vencido (…). La objetividad periodística no se empezó a debatir sino hasta bien entrado el siglo XX”.

Al igual que el texto, las fotografías son fuentes que deben someterse a un análisis. Según Vilém Flusser en Hacia una filosofía de la fotografía (1990), “No es poderoso quien posee la fotografía, sino quien produce la información que la fotografía contiene”. No solo es prioridad el dónde, cuándo y cómo se concibe una, sino conocer quién la ha pensado, para así entender mejor el trabajo.

Esta crónica ilustrada es de suma relevancia para establecer un orden y seguimiento de la historia de la fotografía peruana, que actualmente es vista como una discontinuidad; a pesar de que los peruanos somos, eminentemente, seres visuales. Por otra parte, si entendemos ahora que nuestro registro fotográfico es diversidad, puede ser la base de una idea de país. Ello servirá para discernir y evitar cometer errores del pasado. Es también un pretexto válido para debatir. Babilonia cita palabras del crítico de arte y curador Jorge Villacorta: “La diferencia no tiene por qué ser mala. La diferencia es riqueza y la fotografía peruana está en ese lugar. Si utilizas la diferencia para crear conflicto, eso es maldad”.

 

Por: Luis Cáceres Álvarez

Fotografía: 

Izamiento de la bandera peruana en la Catedral de Tacna

28 de agosto de 1929

Estudio Baselli. Colección Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú

Luis Cáceres Álvarez
02 de septiembre del 2016

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