Dardo López-Dolz

¡Honor y gloria a nuestros héroes!

¡Honor y gloria a nuestros héroes!
Dardo López-Dolz
18 de abril del 2017

Aunque el enemigo insista en perseguirlos

Pocas veces una nación tiene la suerte de poder homenajear en vida a sus héroes. A menudo, como ocurrió con el almirante Miguel Grau y el coronel Francisco Bolognesi, la heroicidad conlleva el sacrificio máximo y no queda sino honrar su memoria. Lo usual es que el privilegio de homenajear en vida a sus héroes acompañe a quienes triunfan militarmente sobre el enemigo, como triunfó el Perú frente al ataque artero y sostenido de Sendero Luminoso y el MRTA, dos formas de terrorismo marxista a las que algunos de sus primos edulcorados parecen seguir añorando en secreto.

Hoy contamos con un grupo de héroes vivos merecedores de nuestra gratitud y el elogio de la historia: los comandos Chavín de Huantar, que arriesgaron sus vidas y triunfaron rescatando a las víctimas secuestradas por el enemigo, con un costo mínimo de bajas amigas. Y el almirante Luis Giampietri, quien siendo rehén arriesgó su propia vida para proveer la imprescindible inteligencia humana que permitió diseñar y ejecutar con precisión quirúrgica la exitosa operación, que es hoy estudiada por todas las fuerzas especiales del mundo.

Pero el enemigo sigue activo, disfrazado con piel de periodista, cobrando de nuestros impuestos sueldo de fiscal, congresista o magistrado. O escondido en una de esas organizaciones protectoras de los derechos de algunos humanos (porque para ellos solo cuentan los humanos que piensan igual que ellos).

Es inaudito que un congresista, remunerado con nuestros impuestos, elegido para servir a los peruanos de bien, pretenda mezquinamente minimizar la heroicidad del acto, diciendo que solo cumplieron con su deber y haciendo evidente una asquerosa simpatía por esos sus primos hermanos ideológicos, que bañaron de sangre nuestro Perú. Ojo que es el cuadro más experimentado y políticamente más sólidamente formado de la agrupación a la que pertenece. Ojo, que no solo dando la cara ataca el enemigo.

El enemigo insiste en la persecución de estos héroes del Perú. Imaginemos por un momento que el almirante Grau hubiera sobrevivido al hundimiento del monitor Huáscar y que el ejército de ocupación y sus lacayos se hubiesen dedicado a intentar destruirlos jurídica y moralmente para anular mediáticamente su inmortal legado ante la historia. La sola idea provoca náusea e indignación. Lo mismo deben provocarnos los ofensivos intentos de los aliados del enemigo terrorista. ¡Basta ya!

Si queremos salir adelante como país, es hora de reconocer con hidalguía y gratitud el esfuerzo heroico de quienes arriesgaron su propia vida (perdiéndola no pocos de ellos) para restaurar la tranquilidad y la sonrisa en el rostro del Perú. Propongo que se cambie el nombre a esos monumentos hipócritas que pretenden equiparar el efecto natural de ejercer la legítima violencia en la defensa de la Patria con la culpa imperdonable del agresor. Si existen ejércitos no es solo para desfilar en día festivo; y su trabajo, cuando se requiere, es el mismo desde los primeros días de la humanidad. Aunque a algunos, por ignorancia o corrección política, que es lo mismo, les genere asco.

¡Gratitud y honor eterno a nuestros héroes!


Dardo López-Dolz

Dardo López-Dolz
18 de abril del 2017

NOTICIAS RELACIONADAS >

Democracia y república

Columnas

Democracia y república

La forma como se organizan los Estados y cómo se eligen a las p...

25 de abril
¿Lomo fino a precio de chanfainita?

Columnas

¿Lomo fino a precio de chanfainita?

Peruanos de toda laya esperan y hasta exigen calidad de servicio sin l...

21 de marzo
Temas a tener en cuenta ante la expansión china

Columnas

Temas a tener en cuenta ante la expansión china

Animados por el apetito de ganancia personal de corto plazo, muchos ol...

14 de marzo

COMENTARIOS