Juan Carlos Valdivia

El tiempo se agota

Lo único malo que tenemos aquí son los políticos

El tiempo se agota
Juan Carlos Valdivia
23 de enero del 2018

 

La denuncia presentada el pasado domingo en Cuarto Poder, ratifica lo que muchos esperábamos: que aparecerían nuevas operaciones operaciones financieras del actual presidente de la República —cuando era ministro de Toledo— con la empresa Odebrecht. Mientras los medios siguen en “modo Papa”, y el Congreso no logra reactivar sus funciones, hay algo que, tarde o temprano, se llegará a conocer: las relaciones financieras de las empresas de PPK y Sepúlveda con diferentes empresas que operan en el Perú.

Lo grave de la situación mostrada el pasado domingo es que se trata de operaciones, negadas en principio por el actual presidente, que se realizaron cuando él era ministro de Estado y sobre las cuales recibió beneficios económicos, según los documentos mostrados. ¿Cuantas operaciones se habrán producido cuando dejó ser funcionario público?

Lo cierto, es que la posición del presidente es cada vez más débil: no responde las imputaciones y sigue dando explicaciones que nadie cree. Ha pasado un mes desde que se votó la vacancia, y ni el presidente ni el Gobierno demuestran comprender la grave situación en que se encuentran. Han buscado aprovechar la visita del Papa, pero es evidente que no tendrá efecto alguno en la recuperación de gobernabilidad que se requiere.

Mientras que en el Gobierno siguen pensando en que los problemas de los otros grupos políticos le resolverán los propios, lo cierto es que los de PPK no están en la fuerza de la oposición, sino en la contundencia de los contratos que él y su socio Sepúlveda han realizado en nuestro país. Y en la inicial negación de cualquier relación con la empresa brasileña. Ahora ya ha aparecido la segunda operación. ¿Cuántas más vamos a conocer?

Nadie confía en un Gobierno inestable. Si los precios de los minerales nos pueden ayudar, el contexto político alejaría cualquier voluntad de invertir en nuestro país. El presidente Kuczynski es incapaz de dar explicaciones ni de reconocer errores y sigue pensando que puede distraer a los peruanos. Ha pasado un mes de la votación por la vacancia presidencial, y solo hemos conseguido un Gobierno más aislado y más débil, y un presidente con más acusaciones y menos respuestas.

Finalmente, como lo reconoció el mismo PPK ante el Santo Padre, “lo único malo que tenemos aquí son los políticos”, aquellos que han usado su paso por el Estado para beneficiarse y beneficiar a sus amigos. Pero esto debe terminar. ¿Cuándo, presidente Kuczynski? Usted tiene la palabra.

 

Juan Carlos Valdivia
23 de enero del 2018

COMENTARIOS